El jefe de la oposición vio, incrédulo, como José Luis Rodríguez Zapatero se parapetaba en el aniversario del 23-F para no dar la cara por la crisis económica, y por eso se la tenía guardada. Justo 24 horas después del desplante parlamentario, el Congreso debatía sobre las políticas sociales del Ejecutivo, y Mariano Rajoy cazó al presidente.
Durante cerca de una hora, el jefe del Gobierno hizo su diagnóstico, casi "delirante" a ojos del Partido Popular. Mucho menos tiempo utilizó un Rajoy que se vino arriba y que, en cinco minutos, destapó las "mentiras" del presidente: "Después de escuchar la descripción de lo que define como su política social, no sé si habla en serio o es un ejercicio de propaganda", arrancó.
Y es que, exceptuando a su equipo así como a quienes le acompañan en la bancada socialista, Rajoy se vio con fuerzas para asegurar, con redobles de solemnidad, que ningún español sería capaz de hacer suyo su discurso; el de que España disfruta del mejor bienestar social posible. "Me conformo con un solo español que diga: 'El señor Rodríguez Zapatero tiene razón'", se mofó.
Los datos en los que Zapatero miente
"Es una broma de mal gusto" que acuda a la Cámara a auto-elogiarse, vino a decir el presidente de los populares, poniendo a renglón seguido la lupa en los datos que Zapatero desgranó, y que demostró falsos. Por ejemplo sobre las prestaciones que reciben los desempleados, que el Gobierno cifra en varios puntos por encima de la realidad, según Rajoy.
El marco educativo también sirvió al líder del PP para llamar mentiroso a Zapatero: "No explica que lo que el Estado dedica a Educación no es más del 5%", habida cuenta de que el resto está transferido a las Comunidades Autónomas. Por no hablar de las becas: "No es cierto que haya conseguido el mayor aumento de la historia, en los años del PP creció más", declaró.
Rajoy, que también ganó en aplausos al presidente, le acusó de meter "en el mismo puchero" cifras incluso de treinta años atrás, "tal vez porque no quiere hablar de lo que pasa ahora". "En esto consiste su trampa", resumió Rajoy, que pasó a los que sí son "hechos incosteables", centrándose en los casi cinco millones de españoles que sufren el paro o en esos ocho millones que viven por debajo del umbral de la pobreza.
"Los españoles hemos conocido, gracias a usted -Zapatero-, el mayor recorte de toda la democracia", algo, denunció, que desde el Ejecutivo se ha vendido como "un hito" a pesar de "saltarse la Ley, la Justicia y el Pacto de Toledo".
El PP, el partido de los trabajadores
Un panorama al que añadir "la subida del IVA" o de energías primarias como la luz. "Es un ataque a las capas menos favorecidas", sentenció, haciendo suyo ese eslogan de que el PP es hoy el partido de los trabajadores.
La realidad, continuó, "no se parece en nada a la que usted ha contado", por lo que le preguntó "de qué presume" a tenor de que "promete una cosa y después hace lo contrario" e "improvisa las cifras" como las del gasto sanitario.
Planes que duran "un suspiro"
"Sus planes tienen la consistencia de una tela de araña y duran un suspiro" por lo que, hilando con un nuevo argumento, Rajoy instó al presidente a preocuparse por el resultado, y no solo por lo que gasta. Aunque parezca "un absurdo", dijo, el Gobierno se guía por la idea de que "cuantos más parados más éxitos porque son más las ayudas".
En definitiva, un "cuadro muy oscuro" que tiene solución: "No hay mejor política social que crear empleo", y a eso se compromete si llega a La Moncloa. "Tiene usted razón cuando dice que la salida de la crisis será muy diferente con el PSOE que con el PP", se jactó, para rematar: "Sería de pasar del paro a tener un trabajo, de buscar refugio en el socorro de la familia a sostenerla, de carecer de oportunidades a poder escoger".
Acusaciones mutuas de manipulación
Tanto Rajoy como Zapatero, ya en el turno de réplica, se acusaron de "manipulación", en un tono especialmente duro, al que incluyeron píldoras de sarcasmo que hicieron envalentonar a las bancadas de ambos grupos, que fueron llamadas al orden por el presidente de la Cámara, José Bono.
A las palabras del presidente, el líder popular dijo que "por mucho que gritara, no va a tener más razón ni va a maquillar los números rojos de su gestión". "Se ponga como se ponga", remachó, volviendo a citar las estadísticas sobre el número de desempleados. La clave para saber que lo que él dice es verdad, finalizó, es que hoy la gente no tiene trabajo: en caso contrario, "podríamos gastar en pensiones, sanidad y educación".