El pasado mes de noviembre, Batasuna anunciaba en un acto celebrado en un céntrico hotel de Pamplona que tenía la intención de presentar una nueva formación política con la que intentaría participar en las próximas elecciones municipales y forales de 2007. Las caras de aquel acto fueron las de Rufino Etxeberría y Marian Beitialarrangoitia.
Tres meses después, este lunes, ese nuevo partido político tenía su primer acto de presentación en el bilbaíno Palacio Euskalduna. Esta vez no intervino ante los presentes la alcaldesa de Hernani, sino el abogado Iñigo Iruín. Junto a él, como en el anterior acto, repetía Etxeberría.
Pero, ¿quién es Rufino Etxeberría? En 1981 fue detenido por las Fuerzas de Seguridad y condenado a cumplir dos años de prisión por colaborar con la organización terrorista ETA. Tras su salida de prisión, fue candidato de Herri Batasuna a diversas instituciones, llegando a ser elegido como apoderado de las Juntas Generales de Guipúzcoa.
A mediados de los años noventa defendió en el seno de Herri Batasuna la aprobación de la ponencia Oldartzen (Embistiendo), que abogaba por la socialización del sufrimiento. Es decir, propugnaba el asesinato por parte de ETA de políticos, jueces, fiscales o periodistas, entre otros. La primera víctima de esa nueva estrategia etarra sería el concejal del PP Gregorio Ordóñez, al que la banda terrorista asesinó en enero de 1995.
Miembro de la Mesa Nacional de HB-EH-Batasuna durante más de dos décadas, aunque de manera intermitente, fue encarcelado junto al resto de la cúpula de la coalición cuando HB intentó utilizar su espacio electoral en televisión para la proyección de un vídeo-entrevista propagandístico de ETA en las elecciones de 1996. Salió de prisión, junto con el resto de la Mesa Nacional en 1999.
Etxeberría estuvo en un discreto segundo plano dentro del brazo político de ETA hasta el inicio de la primera parte del proceso de negociación entre el Gobierno Zapatero y la banda terrorista. Entonces, fue designado junto a Arnaldo Otegi y Olatz Dañobeitia, primero, y Arantza Santesteban, después, como integrante de la comisión negociadora de Batasuna. La misma que se reunió con el PSE en un hotel de San Sebastián y la misma que participó en las negociaciones políticas que se desarrollaron en el santuario de Loyola.
Desde el ingreso en prisión de Arnaldo Otegi, se ha convertido en uno de los portavoces habituales del entorno etarra, junto a Txelui Moreno o Marian Beitialarrangoitia.