Era la Semana Santa de 1999. Cientos de viajeros sufrieron retrasos y cancelaciones durante esas vacaciones en los aeropuertos. Según rezan los periódicos de la época, los retrasos alcanzaron una media de 38 minutos y los vuelos cancelados fueron 12.
Para el Grupo Parlamentario Socialista, la situación sufrida por los pasajeros en los aeropuertos españoles justificaba la petición de la "reprobación del ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, por "el caos del tráfico aéreo y de los aeropuertos en España". El entonces portavoz socialista Alfredo Pérez Rubalcaba no se quedó ahí y dedicó las siguientes palabras al ministro Arias Salgado: "Es un inútil total con dosis importantes de cara dura porque siempre encuentra una excusa para no asumir su responsabilidad".
Los retrasos afectaron sobre todo a los aeropuertos de Madrid-Barajas y de Palma de Mallorca. Fue durante la temida operación especial de salida y entrada para la Semana Santa. Varios vuelos sufrieron retrasos y cancelaciones.
En aquella ocasión, los motivos de las molestias sufridas por los pasajeros y usuarios del aeropuerto respondían a las restricciones del tráfico aéreo provocadas por los bombardeos en Yugoslavia, la saturación del control aéreo en algunos países europeos y la huelga que habían convocado los pilotos de Iberia.
En aquella ocasión, AENA garantizó el cumplimiento de los servicios mínimos en más del 95%, así como el mantenimiento de todos los vuelos con las islas, los nacionales y peninsulares de más de 500 kilómetros, así como los que tenían como destino Reino Unido, Italia y Francia