L D (Agencias) El portavoz del PP en la Cámara Baja, Eduardo Zaplana, hizo estas declaraciones durante la última sesión del debate sobre el texto del Estatuto en la Comisión Constitucional del Congreso y en la que, previsiblemente, se aprobará el preámbulo. Zaplana, que abrió el turno de intervenciones, consideró que este Estatuto "nace con el rechazo generalizado del resto de España porque se les impone sin consultarles", y afirmó, por ello, que el texto estará destinado a una "sociedad que no existe".
"Cataluña no es excluyente –recordó Zaplana–, y ni siquiera es nacionalista en buena parte de sus ciudadanos; el texto está elaborado a espaldas del 53 por ciento de los catalanes que tienen como primera lengua el castellano, a espaldas de esos catalanes que no consideran Cataluña la nación que se consagra en este Estatuto".
Para Zaplana, el preámbulo posee "un valor decisivo" por cuanto "justifica la razón de ser de una ley". "¿Qué es eso de que los preámbulos en Derecho son como los prólogos en Literatura?", se preguntó. También criticó al PSOE por defender que carece de valor jurídico y, así, cuestionó: "¿Si no sirve para nada, por qué cambiar el que aprobó el Parlamento de Cataluña; por qué no se aceptó el de 1979; si no sirve para nada, por qué se discute tanto aquí?".
Afirmó que "el único objetivo que inspira el Estatuto es el cambio del modelo de Estado", así como la "liquidación del Estado autonómico, de igual forma que, a su juicio, los políticos catalanes "aspiran a dejar las instituciones comunes españolas en un segundo plano". "Y esto se lo debemos al otro gran partido español", sentenció en referencia al PSOE. Zaplana parafraseó al ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez para afirmar que, en esta negociación, "se ha pedido lo que no se podía dar y se ha entregado lo que no se podía ceder". Culpó al actual jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, de no saber encauzar las pretensiones nacionalistas y ser un "gobernante mal preparado que no sabe ver más allá de su mandato electoral".
"Cataluña no es excluyente –recordó Zaplana–, y ni siquiera es nacionalista en buena parte de sus ciudadanos; el texto está elaborado a espaldas del 53 por ciento de los catalanes que tienen como primera lengua el castellano, a espaldas de esos catalanes que no consideran Cataluña la nación que se consagra en este Estatuto".
Para Zaplana, el preámbulo posee "un valor decisivo" por cuanto "justifica la razón de ser de una ley". "¿Qué es eso de que los preámbulos en Derecho son como los prólogos en Literatura?", se preguntó. También criticó al PSOE por defender que carece de valor jurídico y, así, cuestionó: "¿Si no sirve para nada, por qué cambiar el que aprobó el Parlamento de Cataluña; por qué no se aceptó el de 1979; si no sirve para nada, por qué se discute tanto aquí?".
Afirmó que "el único objetivo que inspira el Estatuto es el cambio del modelo de Estado", así como la "liquidación del Estado autonómico, de igual forma que, a su juicio, los políticos catalanes "aspiran a dejar las instituciones comunes españolas en un segundo plano". "Y esto se lo debemos al otro gran partido español", sentenció en referencia al PSOE. Zaplana parafraseó al ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez para afirmar que, en esta negociación, "se ha pedido lo que no se podía dar y se ha entregado lo que no se podía ceder". Culpó al actual jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, de no saber encauzar las pretensiones nacionalistas y ser un "gobernante mal preparado que no sabe ver más allá de su mandato electoral".