Pujol considera "urgente" el cambio de Gobierno en Cataluña

En un abarrotado Pabellón de la Vall d'Hebron de Barcelona, en el primer mitin de precampaña de CiU para celebrar la proclamación de Mas como candidato a la presidencia de la Generalitat por tercera vez, Pujol ha dibujado el negro panorama que a su juicio espera a Cataluña si sigue "encallada" con el tripartito.

"Vienen tiempos difíciles, no aptos para políticos de escaparate. No se puede poner al frente del país a gente sin mucho nivel y mucha categoría", advirtió Pujol, utilizando una referencia a los "tiempos difíciles" que también emplea el PSC, en su precampaña, para promocionar la figura de José Montilla.

Según Pujol, al frente de las instituciones catalanas hace falta "solidez más que apariencia, seriedad y no frivolidad, preparación técnica, mentalidad, hábito y experiencia de gobierno, valentía, sentido del honor, del compromiso y de la fidelidad. Poner el interés general por encima de cualquier otro".

Atributos, todos ellos, que en su opinión atesora Mas, de quien dijo que "ya ha tenido que afrontar tiempos muy difíciles para CiU" y consiguió "resistir" dos legislaturas "arrinconado" en la oposición, gracias a su "carácter y coherencia".

Por este motivo, subrayó Pujol ante cerca de 4.000 personas según la organización, ha llegado la hora del cambio en Cataluña que suponga relevar al "mal conductor" que dirige hoy el país, a quien acusó de "ahogar" e incluso "matar" la ilusión de la sociedad civil catalana con sus ganas de "meter la nariz en todas partes".

Por todo ello exhortó a la militancia a "echar el resto" en los meses que vienen, "sin fiarse de las encuestas", para convencer al máximo número de gente en favor de la candidatura de Mas.

Pujol pidió ir a buscar "uno a uno si hace falta" a aquellos catalanes "cansados o decepcionados" con los políticos, o que creen que "todos son iguales", para explicarles que "este argumento no es correcto".

El siguiente en intervenir fue el secretario general de CiU y líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, que se comprometó a ser "el primero" en "echar el resto" para que Mas, esta vez sí, se convierta en presidente de la Generalidad.