¿Puede España obligar a Venezuela a detener al etarra Cubillas?

En los últimos siete meses dos jueces instructores de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco –primero- e Ismael Moreno –después- han puesto en evidencia los movimientos que la banda terrorista ETA lleva a cabo en el país gobernado por Hugo Chávez.

Desde entonces, la Justicia española sabe que el hilo principal de la conexión entre ETA, las FARC y Venezuela es el veterano terrorista Arturo Cubillas Fontán, que tras ser detenido por las Fuerzas de Seguridad francesas fue deportado a Argelia en noviembre de 1987. Posteriormente, el 28 de mayo de 1989, tras el fracaso de las negociaciones mantenidas en Argel entre ETA y el Gobierno de Felipe González, el país norteafricano deportó al etarra hasta Venezuela, donde ha residido desde entonces.

Desde su llegada al país latinoamericano, Cubillas Fontán -con seis asesinatos en su haber- continuó con su actividad terrorista y se erigió como el máximo responsable de ETA allí, según el juez Velasco. Una vez asentado al otro lado del charco se casó con Goizeder Odriozola Lataillade.

Ambos, tanto él como su mujer, entraron a formar parte del Gobierno de Venezuela con la llegada al poder Hugo Chávez en febrero de 1999. Cubillas, quien tiene la nacionalidad venezolana, es nombrado en 2005 director adscrito a la Oficina de Administración y Servicios del Ministerio de Agricultura y Tierras de Venezuela. Por su parte, su mujer ha ostentado diversos cargos, el último de ellos, el de directora de Relaciones Institucionales del ministerio de Poder Popular para el Deporte para el que fue designada en enero de 2007.

Y además de enlace de la banda terrorista, Cubillas Fontán ha pasado a ser entrenador de los criminales. Este lunes, el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno dictó un auto donde daba un paso más al afirmar que el etarra impartió cursos de formación en los meses de julio y agosto de 2008 a los miembros del grupo Imanol de ETA, Javier Atristaín y Juan Carlos Besance.

Venezuela ignora las peticiones de España

Sin embargo, y a pesar de que el terrorista lleva en busca y captura por la Justicia española más de medio año, el Gobierno de Chávez no ha llevado a cabo desde entonces ninguna actuación para cumplir con el requerimiento judicial de la Audiencia Nacional, que incluye su extradición a España. Esto ha impedido que el magistrado Velasco realice nuevas diligencias que contribuyan al desarrollo de la investigación.

Por su parte, España y Venezuela cuentan con un tratado de extradición que se ve debilitado al ser el terrorista ciudadano venezolano. Si bien España podría pedir al país latinoamericano que actúe judicialmente contra Arturo Cubillas, en virtud de acuerdo vigente entre los dos países que data de 1989,  lo cierto es que no puede obligarle a su detención.

El artículo 8 de ese tratado contempla la posibilidad de que Venezuela se niegue a extraditar a Cubillas debido a que obtuvo la nacionalidad de este país después de haber sido enviado allí por el Gobierno de Felipe González. El acuerdo precisa que en ese caso Venezuela, a instancia de España, "deberá someter el asunto a las autoridades competentes a fin de que pueda procederse judicialmente" contra la persona sobre la que se ha pedido la extradición e informar a España del resultado.

En caso de que el Ejecutivo de Chávez estuviera dando cobijo al etarra, éste sólo podría ser detenido si abandona Venezuela, es decir, saliendo de sus fronteras. En este escenario, la Interpol tendría total libertad para proceder a su captura.

Por su parte, fuentes de la Audiencia Nacional señalaron a Libertad Digital que "es poco probable" que el juez Eloy Velasco vuelva a cursar una orden internacional de detención contra Cubillas Fontán ya que la pelota está en el tejado del país venezolano.