(Libertad Digital) El secretario general de los populares vascos, Iñaki Oyarzábal, no se ha saltado el guión. En una rueda de prensa posterior a la reunión que han mantenido con el PSE, ha dicho que la cita fue "cordial" y que ha servido para explorar "los terrenos de encuentro". Cree, eso sí, que existen "bases suficientes" para un acuerdo "fuerte y estable" entre ambas formaciones.
Sin embargo, Oyarzábal no ha querido entrar a explicar las bases de ese posible acuerdo, ya que todavía "no se ha cerrado ninguna posibilidad". Dice que la reunión ha servido para "contrastar los planteamientos". "Hemos mostrado nuestra disposición, nuestra apuesta por el cambio", ha explicado, ante la batería de preguntas realizada por los periodistas.
La reunión, cordial, también ha servido para constatar las diferencias que les separan, ya que "hay cosas que compartimos y otras que no". "Me van a permitir que no vaya a abrir una brecha con el PSE", ha apuntado Oyarzábal, que ha emplazado a los encuentros "oficiales" así como "discretos" que mantendrán con los socialistas en los días venideros.
"Queda camino por recorrer" a juicio de Oyarzábal, que dice que el cambio no supone "cambiar de nombre de lehendakari", sino "cambiar de política". En este sentido, destacó que es preciso "saber qué quiere hacer el próximo lehendakari con su gobierno" y añadió que su partido desea buscar "compromisos claros" que garanticen que hay "voluntad real de cambiar las cosas".
El dirigente popular también ha querido dejar claro que, pese a los avances conseguidos, "hoy no se ha formalizado un acuerdo". "Vamos a esperar" aunque la disposición del PP vasco es "clara". "Lo más lógico es que haya un acuerdo de cara a una nueva etapa", ha insistido el número dos de Antonio Basagoiti.
Por todo ello, el secretario general del PP del País Vasco ha afirmado estar "razonablemente contento" de cómo ha transcurrido la reunión.
Primer encuentro oficial entre PSE y PP
El PSE ha proseguido esta jueves en Bilbao con el PP la ronda de contactos con la que los socialistas intentarán recabar los apoyos necesarios para arrebatar el poder al Partido Nacionalista Vasco. A las once de la mañana han llegado hasta la sede del PSE en la capital vizcaína el secretario general del PP vasco, el citado Iñaki Oyarzábal, el portavoz, Leopoldo Barreda, los secretarios generales territoriales de Álava, Alfonso Alonso, de Vizcaya, Antón Damborenea, y la vicesecretaria, Arantza Quiroga, quienes han sido recibidos en la puerta de entrada por el secretario de Organización del PSE, Rodolfo Ares y el presidente de los socialistas vascos, Jesús Egiguren. Cerca de dos horas después, el encuentro ha finalizado.
Previamente, los populares advirtieron que acudían a la cita a "escuchar" los argumentos del PSE para obtener su apoyo a la investidura de Patxi López como lehendakari, así como con el objetivo de constatar "cuál es la voluntad de cambio". Además, aunque se muestran partidarios de un pacto de largo alcance, el PP se mostrará dispuestos a actuar sin "la prepotencia" de "ser determinantes" en una votación.
En la reunión, los socialistas expresaron a la delegación popular que descartan la fórmula de un Gobierno vasco en coalición entre ambas formaciones, según informaron a Europa Press fuentes cercanas al encuentro.
Las citadas fuentes precisaron que la primera toma de contacto oficial se desarrolló en un clima "muy cordial" en la que se produjeron "bases de entendimiento". No obstante, gracias a estas bases, ambas formaciones políticas seguirán hablando en el marco de la intención de los socialistas vascos de buscar el "máximo acuerdo" para que López llegue a la Lehendakaritza.
Zapatero da la espalda al PNV
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mantuvo en los últimos días un contacto telefónico con la cúpula del PNV y les dejó claro que, tras las elecciones vascas, los nacionalistas deben aprender a estar en la oposición en la comunidad vasca, según se informó a Europa Press en fuentes conocedoras de la conversación.
A través de sus puentes habituales, el PNV quería sondear al presidente del Gobierno y máximo líder del PSOE para saber si había opción a algún tipo de acuerdo en la comunidad vasca, máxime cuando los nacionalistas habían ofrecido al PSE un Gobierno estable centrado en la economía, sin aventuras soberanistas y que garantizara apoyo a los socialistas en el Congreso.
Zapatero contactó con los máximos responsables del PNV y les dejó claro su respaldo a los planes de Patxi López de someterse a la investidura como lehendakari. En una conversación que los nacionalistas interpretan como fría, llegó a decirles que el PNV tiene que saber estar en la oposición en Euskadi después de 30 años gobernando.
Según las citadas fuentes, fue la última conversación al máximo nivel entre socialistas y nacionalistas, pues ni siquiera se han llegado a producir conversaciones entre los portavoces parlamentarios en el Congreso. A partir de ahí, el PNV ya ha interiorizado que el PSOE apuesta por un lehendakari socialista y a su vez los nacionalistas han advertido que esa decisión, además de no ofrecer estabilidad en la comunidad vasca, tendrá consecuencias en las Cortes Generales.