Los senadores se han desperezado este martes a golpe de silbidos, aplausos y duros discursos. Tras 48 largos días de descanso “navideño”, sus señorías regresaban a la Cámara Alta y protagonizaban la primera sesión de control al Gobierno de 2010, centrada casi en exclusiva en la depresión económica.
Caras largas en la bancada socialista -ha habido, incluso, algún parlamentario catalán que, en corrillo con los periodistas, ha recriminado a Zapatero su deriva económica y ha tachado de "desastrosa" su gestión durante la "semana negra"- y algo más de ganas entre los senadores populares, cuyo portavoz, Pío García Escudero, ha entrado a matar y ha desmontado la política del Ejecutivo socialista.
Sin mencionar las palabras prohibidas -moción de censura o elecciones anticipadas-, el dirigente popular ha criticado la “desconfianza, el desconcierto y la torpeza” generada por José Luis Rodríguez Zapatero. “España ha llegado al fin de la fiesta tras seis años perdidos y un retroceso de lustros, y usted, al que no le gusta pactar, recuerde la frase premonitoria de Mariano Rajoy: ‘Y cuando se apaguen las luces de la fiesta y haya que apretar los dientes, señor Zapatero, el único que estará a su lado, seré yo’”, destacó el jefe de los senadores populares.
Zapatero se armó de descalificativos
Prolongado aplauso para García Escudero, y turno para el presidente de la Nación, bastante menos ovacionado que su rival. Zapatero aseguró, un día más, que no improvisa su política económica y se armó de descalificativos contra el PP, al que acusó de estar “vacío de ideas y propuestas”, de hacer críticas “con cierto descaro” y de no dedicar “esfuerzo” a resolver los problemas de España.
“Hablan de emergencia nacional”, ironizó, para acto seguido tachar de “inaceptable” que Mariano Rajoy se atreva a dar lecciones al Gobierno en materia de pensiones. También fueron sonados sus guiños a CiU, cuando el turno de palabra ya lo protagonizaba el portavoz de los nacionalistas catalanes, Jordi Vilajoana.
Un debate pues, muy tenso, que hace presagiar lo que este miércoles ocurrirá en el Congreso de los Diputados, que abre sus puertas tras el citado descanso parlamentario. El Grupo Popular, y en especial Soraya Sáenz de Santamaría y Rajoy, llevan días preparando este primer choque con el Ejecutivo, que se produce tras la semana más negra para los socialistas.
La sesión de control será además un examen previo a la cita del próximo día diecisiete, cuando Zapatero ha sido forzado a comparecer ante la Cámara para explicar sus medidas anticrisis.