Por fin, Francisco Camps lo escuchó de alguien de la dirección nacional del partido: "eres nuestro candidato y vas a ser presidente de la Generalitat", proclamó el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, en la cena-mitin que el PPCV celebró en Teulada (Alicante) para dar el pistoletazo de salida al curso político.
Entonces, el presidente valenciano respiró aliviado. Arropándole estaban tanto Pons como el responsable de Justicia del PP, Federico Trillo -los autodenominados "enviados de Génova"-, e incluso el más crítico de los barones provinciales, el alicantino Joaquín Ripoll. "Ésta es tu casa", proclamó, cerrando así filas con su líder después de haber sido el dirigente popular que más pegas ha puesto a su gestión del caso Gürtel.
"Vas a ser el próximo presidente. Paco, tú en Valencia. Creo que hablo en nombre de todos si te digo que España y la Comunidad quieren que cumplas con tu deber y sigas gobernando con fuerza y honor" en un año que será "épico", exclamó el representante de la cúpula nacional, que previamente había acordado con el líder del PP, Mariano Rajoy, qué decir y cómo comportarse en el acto de Camps.
Y es que, según las fuentes consultadas por Libertad Digital, el presidente de los populares dio orden expresa de que Pons proclamara oficialmente al presidente valenciano como candidato a las próximas elecciones autonómicas. "Paco ya se había autoproclamado por activa y por pasiva, así que hubiera sido un absurdo no hacerlo", recalcan.
Rajoy prefirió irse de boda
Así las cosas, siendo clara la primera lectura, la segunda es que Camps ha perdido el favor del líder, que ha dejado en manos de un vicesecretario general su proclamación. Tal y como desveló este diario, Rajoy disfrutaba en los fastos de la boda de un miembro del PP mientras el presidente regional convocaba a los suyos en Teulada.
Echando un vistazo a la hemeroteca se comprueba que el presidente del PP siempre ha optado por proclamar a los líderes regionales de su formación. Dos ejemplos: el de Luisa Fernanda Rudi en Aragón o el de Javier Arenas en Andalucía. En el caso de este último, un miembro de la dirección nacional bromea: "le estamos proclamando cada cinco minutos".
Sea como fuere, a Camps le bastó el gesto de Rajoy, y se definió ya "en campaña" para "plantar cara" al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "No hay quien me mueva", amenazó. "El PP trabaja, gobierna y está siempre en campaña, algo que genera inquietud y ansiedad en los socialistas" a los que recomienda "que se compren ansiolíticos", informa EP.
"Mucho ansiolítico para los socialistas y para los que jalean a los socialistas, que están de los nervios porque no tienen qué decirle a los ciudadanos", ya que Zapatero "es la mayor tragedia de España", afirmó, recibiendo constantes muestras de apoyo de los suyos.
Sin embargo, y como viene ocurriendo desde que estallara la trama corrupta, el mitin se convirtió en un espectáculo, "bastante mejorable" a juicio de un miembro autorizado del aparato de Génova. Dentro del restaurante dónde se celebró el acto, más de dos mil simpatizantes y militantes al grito de "¡presidente, presidente!". Fuera, varias decenas de personas en busca del presidente para llamarle "ladrón y chorizo".