De forma muy inusual, el vicesecretario de Comunicación del PP Esteban González Pons formuló una pregunta en la sesión de control al ministro de Justicia Francisco Caamaño. La misma versó acerca de la actuación del Fiscal General del Estado y sus maniobras para favorecer a los socialistas; y también para pedir una Fiscalía independiente.
"El fiscal impulsa una investigación" determinada, dijo, pero cuando ésta "se refiere al PSOE o al Gobierno, retiene la investigación". Según Pons, el "peor daño que puede hacerse a las instituciones es usarlas en bien propio", y enumeró con nombre y apellidos a los altos cargos socialistas involucrados en escándalos de uno u otro tipo. "En todos esos casos el fiscal ha intentado siempre tapar lo que dicen los medios", porque, según dijo, "el fiscal persigue seguramente con razón a todo lo que cree que debe perseguir menos a los miembros de su partido".
Para Caamaño era un "mal día" para formular esa pregunta, y recordó a Pons que "ayer fue detenido un consejero de una comunidad autónoma socialista". Y prefirió concentrarse en hacer una lista de escándalos judiciales protagonizados por el PP, como Gürtel o Camps, entre otros.
Pons proclamó en su réplica una encendida defensa de la independencia de la Justicia que coronó diciendo que el "peor juicio es el que comienza con un fiscal que no es neutral", y que "los españoles saben que con este fiscal no son iguales ante los tribunales. Un día, más pronto que tarde, los españoles les van a pedir cuentas. No tendrán un Conde Pumpido dispuesto a mancharse la toga con el polvo del camino".
Caamaño, no menos locuaz, consideró "ofensivas" sus palabras "para un colectivo de 2400 juristas muy calificados". Instó al PP a no "desacreditarlos" y sí a "depurar responsabilidades y no ponerse de lado de corruptos".
"El Ministerio Fiscal no es el que había cuando ustedes gobernaban", y señala informes que dudaban de la independencia de los fiscales en la época del gobierno del PP, y que llegaban a pedir la supresión de la Fiscalía Anticorrupción. Tras la llegada al Gobierno de los socialistas, se "reforzó" su autonomía en 2007, y en 2009 ya eran recibidas positivamente las medidas de "reforma" y los "avances" en la "lucha contra la corrupción". Y remató: "No todos somos de la misma condición".