Piqué añora "la CiU de Pujol" con la que pactaría tras las elecciones catalanas

L D (EFE) El candidato del PP a la presidencia de la Generalitat de Cataluña en las próximas elecciones autonómicas, Josep Piqué, dijo este lunes que si CiU "cambiase de actitud" y volviese a ser "la CiU de Pujol", su partido podría plantearse "esquemas de cooperación" con esta formación tras los comicios catalanes. Piqué realizó estas declaraciones a los periodistas al término de la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP, órgano ante el cual presentó un informe sobre los preparativos de las próximas elecciones catalanas del próximo 16 de noviembre.

Preguntado por las opciones del PP para pactar tras los próximos comicios, el dirigente del PP catalán consideró "absolutamente impensable" un pacto de su formación con el PSC, y recordó que el PP "lleva ocho años apoyando la gobernabilidad de Cataluña y dando su apoyo parlamentario a un Gobierno de CiU que ha mantenido unas posiciones respetuosas con la Constitución y el Estatuto".

El escenario es sencillo según Piqué: "Si CiU cambiase de actitud, volviera a lo que tradicionalmente ha hecho y volviera a ser la CiU de Pujol, podríamos plantearnos esquemas de cooperación, pero si CiU plantea como condición un nuevo Estatuto que parte de la base de que la soberanía corresponde al pueblo catalán y de que la relación con el resto de España se debe establecer en términos bilaterales, será imposible llegar a algún tipo de acuerdo".

Para Josep Piqué, la CiU de Artur Mas "en virtud de intereses electorales es capaz, si conviene, de poner patas arriba el edificio institucional", por lo que estimó que "con éstos, va a ser muy difícil que nos entendamos". Se refirió también al líder del PSC, Pascual Maragall, de quien consideró que "ahora difícilmente encarna la posibilidad de cambio y de futuro, porque Pujol se va y Maragall es el único de la generación de Pujol que permanece, el que más encarna el pasado". A su juicio, el hecho de que termine la fase política actual en Cataluña viene dado por la salida de la política de Jordi Pujol, así como por el hecho de que "el mensaje político de CiU en estos veintitrés años ha dado de sí todo lo que podía y está ya agotado".

Piqué aseguró que ese mensaje político de CiU ha estado basado durante todo este tiempo en la reivindicación del autogobierno y de una mayor financiación, si bien reconoció que ese discurso reivindicativo se ha combinado "con una defensa de la estabilidad política e institucional". Según el dirigente del PP catalán, ante la actual situación sólo caben dos opciones: "desarrollar al máximo las posibilidades del autogobierno con un presupuesto cercano a los 17.000 millones de euros con un espíritu de colaboración con el conjunto de administraciones", opción defendida por el PP, o la "del resto de fuerzas políticas: intentar dar un salto cualitativo hacia no se sabe dónde planteando la reforma del Estatuto".

Aseguró que el informe presentado hoy al Comité Ejecutivo del partido plantea las próximas elecciones catalanas como "un primer paso, en un proyecto de medio plazo, para que el PP juegue en la centralidad política catalana un papel semejante al que juega en la política española". Para el dirigente popular catalán, "la única garantía de que en Cataluña no exista un gobierno heterogéneo de la izquierda, con el PSC, ERC y los comunistas, o que no exista una gobierno nacionalista de CiU y ERC, que acentuaría el discurso radical desde el punto de vista soberanista, es precisamente dando su apoyo político electoral al PP".