Aunque le advierte a la periodista que no quiere hablar del PP, Josep Piqué hace alguna declaración sobre su todavía partido, de cuya primera fila se marchó, dice, "sin molestar". En la entrevista en Vanity Fair, Piqué declara sobre Mariano Rajoy que "aparenta impasibilidad ante las críticas, por más voraces que sean". "Su manera de ejercer el poder", advierte, "puede ser interpretada por algunos como inacción".
"La mayoría de la población percibe una disminución drástica de la calidad del debate. Esto debe ser motivo de una profunda reflexión interna", apunta después, preguntado sobre si hay falta de liderazgo en el PP.
También tiene palabras sobre Zapatero, al que califica como el presidente "más presidencialista de la Democracia, sobre todo en esta segunda etapa". "Creo que su grado de poder es brutal", apunta Piqué, para quien está sufriendo ahora una "soledad" que genera que esté "cada vez más irritable cuando se le critica".
Además, el ex ministro alude al Estatuto aunque no alude a su contenido. Lo único que critica es la tardanza del TC: "No es admisible que lleve tres años deliberando". También se queja de que Maragall dejara "a un lado al PP" en el debate y del "oportunismo" de Zapatero y Mas. "Tras la sentencia, que siempre hay que acatar, tiene que haber mucha generosidad por parte de vencedores y vencidos", dice.
Por último, el presidente de Vueling, que saltó a las páginas salmón y rosa tras su salida del PPC por su actividad empresarial y su boda con Gloria Lomana, se queja de su presencia en las revistas aunque asume que ambos son "personajes mediáticos". "Supongo que es el coste de la popularidad…", dice.