(Libertad Digital) "Yo tengo la convicción de que el señor Zapatero y el señor Mas han llegado a acuerdos postelectorales" de cara a las nuevas elecciones catalanas "a cambio de sacar primero un estatuto delirante del Parlamento de Cataluña", ha declarado a La Mañana del Fin de Semana de la COPE el líder popular catalán. "En aquel momento fuimos nosotros los únicos que dijimos que aquello era infumable y después todo el mundo ha reconocido que aquel texto no teníamos por donde cogerle", ha manifestado Piqué.
El presidente del PPC ha arremetido contra el nuevo Estatuto catalán porque "es un instrumento que sólo va a generar confusión, líos jurídicos y desconfianza mutua, no sólo entre los poderes públicos central y autonómico, sino sobre todo del poder autonómico respecto a los ciudadanos". "En cualquier caso, esos pactos incluían un acuerdo entre Zapatero y Mas para llegar acuerdos de gobernabilidad no sólo en Barcelona sino también en Madrid, en el Congreso de los Diputados", señala Piqué.
Este aspecto, según Piqué, debe ser interpretado por los ciudadanos desde Cataluña de una maner muy clara: estamos hablando de dos fuerzas políticas, principales adversarios que han sido uno gobierno y otro oposición durante 23 años". "Ahora el otro es gobierno desde hace 2 años y medio y la otra es ahora oposición", ha dicho. El PSC y CIU son "las fuerzas que se han repartido el poder en Cataluña desde hace 25 años, el poder autonomico y local", por eso, "cuando llega la hora de los problemas; escándalos como el 3 por ciento y estudios encargados por la generalidad, lo que sabemos es que
entre el PSC y CiU se tapan mutuamente las vergüenzas", ha dicho Piqué.
La ley del silencio en la política catalana
Por esa razón, según el popular, "implantan la ley del silencio y se acaban poniendo de acuerdo en lo basico: repartirse el poder entre los dos y tener a la sociedad catalana asfixiada desde el poder político ". "En la política catalana se está cumpliendo ese tópico de que cualquier situación por pésima que sea pues es susceptible de empeorar. Esto está agotando ya mi capacidad de sorpresa y creo que cuanto antes pasemos página de esta pesadilla pues mejor para todos", ha manifestado.
Según Piqué, "la imagen de Cataluña está mas deteriorada que nunca, el prestigio de su clase política es absolutamente nulo, la confianza de los ciudadanos en sus instituciones ha desaparecido". "Yo creo que vivimos una crisis política de una magnitud muy grave e importante generada por un tripartito que ha sido un auténtico desastre de desgobierno y al mismo tiempo por un planteamiento de la mayoría de las fuerzas políticas catalanas en relación al debate estatutario que nos ha llevado a este callejón sin salida".
Peticiones de Piqué: elecciones antes del referéndum y que se vaya Maragall
El líder popular atribuye "una gran responsabilidad" al señor Mas y CIU con sus "actuaciones y sus pactos nocturnos con el presidente de gobierno Rodríguez Zapatero que es el otro gran responsable de todo este disparate". Piqué ha recordado las dos cosas que ha pedidos estos días: "Primero que hagamos las elecciones cuanto antes y desde luego antes del referéndum del estatut porque creo que lo que tiene que suceder ahora es que los ciudadanos de Cataluña se pronuncien rapidamente respecto a que piensan de cada fuerza política y que el próximo Parlamento y el proximo Gobierno que salga decida si lleva adelante o no el proceso estatutario que es el que se ha cargado el propio gobierno y que ha dinamitado la legislatura".
Según Piqué, el referéndum del Estatuto no va a ser un referéndum con una campaña que permita conocer sus contenidos sino que esa campaña va a ser planteada como unas primarias de las autonómicas con un cariz de confrontación partidista y por lo tanto contaminando todavía mas las instituciones y eso me parece muy grave". Lo segundo que pide el líder popular es que "el señor Maragall diga de una vez que no se va a presentar" para que "asuma sus responsablildades en todo este lío y que diga que le ha salido mal su proyecto". "Maragall anticipó en su momento que tenía que durar por lo menos dos legislaturas y no ha aguantado apenas prácticamente media" por lo que "si se tiene un fracaso de esa magnitud lo mejor que puede hacer uno es irse a su casa y dejar paso a una nueva generación política que lo haga de otra manera".