L D (EFE) En un artículo que este domingo publican los seis periódicos del grupo andaluz Joly, el ex ministro expresa su oposición al bombardeo de ciudades iraquíes sin apoyo de la ONU y dice que “no comparto ni comprendo esa decisión y por eso me voy”. El artículo se titula “Con tristeza, adiós” y en él Pimentel asegura que “quizás si en el futuro naciera un partido de centro que se esforzara en superar la crispación y división en la que está cayendo nuestra sociedad volvería a adoptar un nuevo compromiso”.
Pimentel, primer dirigente de peso que abandona el PP en protesta por la guerra de Irak, dimitió como ministro de Trabajo en 2000 y desde entonces se ha dedicado a sus empresas en Sevilla y Córdoba. El ex ministro anuncia que este lunes firmará su baja como militante y señala que los órganos del PP, al apoyar de forma unánime esta guerra “ilícita”, además de una injusticia han cometido “un histórico error”, y añade: “no se trata de un desvarío de su presidente, se trata de toda una línea estratégica de partido”.
“Las bombas que caen en estos momentos han recibido su cómplice impulso”, dice Pimentel, quien añade que “no comprendo ni comparto esa decisión y por eso finalmente me voy. Cuando en un desfile un soldado lleva el paso cambiado, no puede pretender que todos los demás lo modifiquen”. Pimentel anunció su dimisión como ministro de Trabajo el 19 de febrero de 2000, coincidiendo con la noticia de que la esposa del director general de Migraciones, Juan Aycart, era propietaria de una empresa de formación que obtuvo fondos públicos y un día después de destituir a Aycart y asumir su responsabilidad política.
Pimentel, primer dirigente de peso que abandona el PP en protesta por la guerra de Irak, dimitió como ministro de Trabajo en 2000 y desde entonces se ha dedicado a sus empresas en Sevilla y Córdoba. El ex ministro anuncia que este lunes firmará su baja como militante y señala que los órganos del PP, al apoyar de forma unánime esta guerra “ilícita”, además de una injusticia han cometido “un histórico error”, y añade: “no se trata de un desvarío de su presidente, se trata de toda una línea estratégica de partido”.
“Las bombas que caen en estos momentos han recibido su cómplice impulso”, dice Pimentel, quien añade que “no comprendo ni comparto esa decisión y por eso finalmente me voy. Cuando en un desfile un soldado lleva el paso cambiado, no puede pretender que todos los demás lo modifiquen”. Pimentel anunció su dimisión como ministro de Trabajo el 19 de febrero de 2000, coincidiendo con la noticia de que la esposa del director general de Migraciones, Juan Aycart, era propietaria de una empresa de formación que obtuvo fondos públicos y un día después de destituir a Aycart y asumir su responsabilidad política.