Por tercera vez desde que comenzase la investigación judicial en torno a la trama de corrupción Gürtel, el juez levanta el secreto del sumario. En un auto hecho público este lunes, el instructor del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha acordado alzar los 40.000 folios que estaban bajo el secreto sumarial.
Sin embargo, las partes personadas en la causa no podrán acceder a éste hasta el próximo domingo día 5 cuando estará habilitado una servidor web donde se colgarán las piezas de la instrucción que a día de continúan secretas.
Se trata de la información relativa a las comisiones rogatorias cursadas por Pedreira a diferentes países del extranjero con el fin de averiguar el desvío de capitales llevados a cabo por los cabecillas de la trama, así como las resoluciones judiciales donde el actual instructor prorrogó la intervención de las comunicaciones entre los principales imputados de Gürtel y sus abogados en prisión. Dichas interceptaciones fueron llevadas a cabo, a priori, por el juez Baltasar Garzón, en este momento imputado por este motivo en el Tribunal Supremo por un delito de prevaricación y contra las garantías constitucionales, y, a posteriori, prolongadas por Antonio Pedreira.
Además, el alza del secreto sacará a luz pública los testimonios de los acusados que han desfilado por el despacho de Antonio Pedreira desde marzo de 2009, así como todas las diligencias practicadas desde el pasado mes de mayo hasta la actualidad.
En tanto, otra de las piezas separadas se refiere a la que investiga la supuesta financiación irregular del PP a través de la fundación Fundescam en los años 2003 y 2004. En aquellos años, Pío García Escudero estaba al frente de la formación, siendo sustituido en noviembre de 2004.
Asimismo, Pedreira justifica ese secreto en el interés de "garantizar el éxito de la investigación sumarial evitando la destrucción o manipulación de fuentes de prueba". En este sentido, el magistrado del TSJM enfatiza en que, según la jurisprudencia del Alto Tribunal, "la práctica de la prórroga del secreto no supone un retraso malicioso de la Administración de Justicia ni puede provocar la nulidad de las actuaciones".