El 23 de julio de 2008, pasados cien días de la segunda legislatura del Gobierno socialista, el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, acordaron hacer frente común contra la banda terrorista ETA. El PP conseguía del Ejecutivo un compromiso expreso de que no volvería a negociar políticamente con los asesinos y Moncloa sacaba de la arena política la lucha antiterrorista.
Sin embargo, en el seno del PSE siempre ha habido dirigentes proclives ha retomar el contacto con el mundo etarra, Jesús Eguiguren -presidente de la formación- a la cabeza. Conversaciones que ahora vuelven a producirse de forma “puntual” con las elecciones autonómicas y forales como telón de fondo.
El PP vasco ya ha dado de voz de alarma. Tal y como desveló Libertad Digital, su jefe de filas, Antonio Basagoiti, pidió explicaciones tanto a Interior como al Gobierno vasco, y reclamó a la dirección nacional de su partido endurecer su discurso a fin de evitar una segunda negociación con la banda terrorista que les permitiera estar en los ayuntamientos.
Ese robustecimiento de las posturas pasa por recordar al Ejecutivo que no puede virar su postura contra ETA -el PP no tiene constancia actualmente de que lo haya hecho- y de que si lo hace hará tambalear el pacto que tan buenos resultados ha cosechado. En este sentido se han pronunciado en las últimas horas tanto la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, como la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría.
La primera exigió a Rodríguez Zapatero que sea “consecuente” con la Ley de Partidos y no caiga en la trama de los batasunos, que sólo buscan colarse en los consistorios del País Vasco. “El PP hará todos lo posible para que, de ninguna manera, la ley de partidos sea un coladero que permita a organizaciones filoterroristas participar en procesos electorales”, sentenció la número dos de los populares.
La segunda, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces de este martes, ahondó en esta cuestión: “cuando el PSOE abrió la negociación con ETA mi partido se mostró radicalmente en contra, cuando el PSOE rectificó sin margen a la negociación tuvo nuestro apoyo. El PSOE tendrá nuestro apoyo en tanto en cuanto mantenga estos criterios”.
Fuentes del partido entendidas en la lucha contra ETA nos traducen ambas declaraciones. En el PP son conscientes de que se han producido contactos puntuales, si bien descartan que haya una mesa de diálogo abierta. “Tomas de temperatura ha habido siempre, han sido una constante histórica, en muy pocas ocasiones no se han producido”, aseguran.
Confirman, además, que el mundo batasuno ha puesto en marcha una campaña para lavarse la cara ante la proximidad de la cita con las urnas. “Los ayuntamientos son sus objetivos, sin ellos no tienen dinero”, argumentan. Y ahí está la clave.
Dicho esto, los populares creen que, hoy por hoy, las relaciones con el Gobierno “se mantienen fuertes” y que “sólo un sector muy ínfimo del PSE está detrás de los contactos”. “Si existen indicios mayores, que actualmente no se dan, el pacto antiterrorista podría romperse, pero no estamos en esa tesitura”, argumentan.
En este punto resulta clave la figura del responsable de Justicia del PP, Federico Trillo. Su interlocución con el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, es “fluida” y “positiva”. “Tenemos que estar vigilantes, no tenemos motivos para fiarnos, pero de momento no hay movimientos que nos hagan romper este pacto”, sentencian las fuentes consultadas.