Pajín advierte a Montilla que el PSOE cree en la legimidad del TC

El presidente de la Generalidad, José Montilla, es partidario de contemplar la posibilidad de pedir desde Cataluña la recusación de los cuatro magistrados del TC que siguen discutiendo el fallo del Estatuto pese a que su mandato caducó en 2007.

Tras la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE, que ha presidido el secretario general del partido y jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, Pajín ha defendido hoy en rueda de prensa la "plena legitimidad" del Tribunal.

No obstante, y pese a las reiteradas preguntas de los periodistas, Pajín ha declinado pronunciarse sobre si el PSOE estima conveniente proceder a renovar el TC, como quiere el PSC, o esperar, como ha sugerido hoy el vicesecretario general del partido, José Blanco. Ha hecho hincapié en que Zapatero prometió escuchar atentamente a Montilla, pero ha insistido en que para renovar el TC se necesita el consenso con el PP.

Además, ha dejado claro que el PSOE quiere que se cumplan "las reglas de juego" y ha recordado que para renovar el Constitucional es necesario el concurso del PP, que es el que lo ha estado "bloqueando" este asunto hasta ahora.

Pero no sólo el PP es el que tiene bloqueado el Constitucional, ha agregado Pajín, sino que, además, la actual situación sobre la reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña se debe a que el principal partido de la oposición fue el que recurrió ante el TC "y recorrió toda España intentando enfrentar a unas comunidades con otras".

Frente a ello, ha contrapuesto la defensa por parte de los socialistas de la reforma estatutaria catalana, con el impulso del nuevo texto y su apoyo en las Cortes Generales, partiendo del convencimiento de que es "el mejor instrumento para el autogobierno en Cataluña y para la convivencia".

Con esa seguridad, ha recordado que los socialistas "siempre" han esperado una sentencia "positiva" del TC.

Según ha dicho, en la reunión de la Ejecutiva federal de hoy no ha habido un debate de diferentes opiniones sobre el Estatuto catalán, y todos han estado de acuerdo en su deseo de que se cumplan las reglas de juego.