(Libertad Digital) La secretaria de Organización del PSOE sale al paso de las informaciones diciendo que su "compromiso político responde a mis convicciones y la responsabilidad que mis compañeros y compañeras me han otorgado en cada momento, lejos de ningún otro interés".
Dice que cuando fue diputada "doné mis colaboraciones en conferencias o en actos a los que fui invitada a diferentes ong’s. Y compartí piso como otros muchos jóvenes. Igual ocurrió cuando fui Secretaria de Estado. Y lo mismo ocurre ahora".
Admite, tras esa declaración de principios, que el trabajo político está remunerado, alguien que nadie critica. Su sueldo es de unos 5.000 euros al mes, "algo más de lo que recibe un presidente de Comisión del Congreso de los Diputados" pero "exactamente igual al de mi antecesor". Y por supuesto, acude al argumento de esto es porque soy mujer que tanto les gusta utilizar a las mujeres socialistas. "Nadie lo preguntó cuando otros compañeros tuvieron esta responsabilidad".
También admite que cobra una indemnización como ex secretaria de Estado de unos 90.000 euros, de carácter transitorio por 2 años. "Pero es una indemnización, no un salario. A algunos les parecerá mucho, pero es el mismo que siempre ha sido, a no ser que se piense que a igual responsabilidad yo tenga que cobrar diferente por ser socialista, o por ser joven, o por ser mujer o por todo a la vez".
Dice que su único patrimonio es un apartamento de 58 metros cuadrados con una hipoteca y asegura que no tiene inconveniente en que su declaración de bienes se publique. "La cuestión de los sueldos es, en momentos de crisis como el que vivimos, un argumento fácil de ataque si se tiene algo que ocultar. Cobro un sueldo de mi Partido, como todos los secretarios de organización que me precedieron, porque es mi trabajo y lo ejerzo con dedicación plena 7 días a la semana, prácticamente 365 días al año". Y acaba con una queja. "No se por qué lo que nunca despertó interés en la opinión pública, despierta ahora tanto interés".