A pesar de que dos de los acusados, Jon Enparantza y Estanislao Etxaburu, no han acudido este miércoles a la sede de la Audiencia Nacional para ser juzgados la Sala de lo Penal, la presidenta de la Sección Cuarta, Ángela Murillo, decidió que se siguiente adelante con el juicio. Este arrancaba en torno a los once de la mañana con la orden de busca y captura contra los dos proetarras ausentes que debían ser juzgados junto con el ex portavoz de ETA- Batasuna Arnaldo Otegi por enaltecimiento de terrorismo, y que no han comparecido ante el tribunal.
Otegi, Enparantza y Etxaburu, además de Itziar Galardi y Josune Irakulis, están acusados de un delito de enaltecimiento del terrorismo, reunión ilícita y humillación a las víctimas por participar en 2005 en un homenaje al preso etarra José María Sagarduy en la localidad vizcaína de Amorebieta.
Su abogada intentó disculparlos pero la presidenta del Tribunal, Ángela Murillo, rechazaba que se suspendiera el juicio ante la incomparecencia de sus defendidos y decía en tono tajante que “lo que manifiesten ellos no nos interesa, tienen que venir, ya está”. Tanto Enparantza como Etxaburu anticiparon ayer en Hernani (Guipúzcoa) que no comparecerían en la vista de forma voluntaria.
Tregua-trampa
Quien sí ha declarado en clave política ha sido Arnaldo Otegui. El ex portavoz de Batasuna ha reconocido ante la Sala que sí participó en el homenaje al preso de ETA José María Sagarduy y ha añadido que en dicha celebración se reivindicó la libertad de “Gatza” en un momento en el que ya habían comenzado las negociaciones de los etarras con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Antes de comenzar la declaración de Otegi, su abogada, Jone Gorizelaia informó al tribunal de que su defendido está en huelga de hambre desde el pasado lunes y pidió agua para el proetarra, del que dijo que se encuentra muy débil y los policías que le escoltan no le dejan beber. La magistrada accedió a la petición de la letrada con un expresivo: "Por mí, como si quiere tomar vino". Sin embargo, esta debilidad no le impidió soltar su soflama independentista con el mismo brío de siempre.
Minutos después, el batasuno lanzó al tribunal que le juzga la consabida perorata independentista para justificar su apoyo a la violencia. "No soy español", dijo y aseguró que "lejos de hacer apología o enaltecimiento de las soluciones violentas" dio "una apelación permanente a una solución pacífica del conflicto".
El terrorista, que sólo quiso responder a las preguntas de su abogada, fue nuevamente incapaz de condenar la violencia de ETA. Preguntado directamente por la presidenta del tribunal, Ángela Munillo, por si condenaba la violencia de ETA, Otegi dijo: "No voy a contestar a esa pregunta".
Además, el dirigente Batasuno indicó que seguirá "militando en la izquierda abertzale mientras le queden fuerzas o vida" defendió que la mayoría social vasca demanda un reconocimiento "de su identidad nacional" y reclamó la celebración de un referendum de autodeterminación. "Lo único que demando son condiciones de igualdad. Si el pueblo vasco decide democráticamente seguir siendo parte del pueblo español la izquierda abertzale lo respetará", dijo. "Por ello pedimos exactamente el mismo trato", agregó.
El fiscal pide 18 años de prisión
El homenaje se celebró el 9 de julio de 2005 en el Parque Zelaieta de Amorebieta. Sagarduy fue condenado a 69 años de cárcel por el homicidio en 1978 del jefe carlista José María Arrizabalaga y otros delitos terroristas. El acto, que estuvo presidido por una gran fotografía del homenajeado, fue convocado mediante un anuncio publicado en el diario 'Gara' en el que aparecían los anagramas de Batasuna, Askatasuna y Gestoras Pro Amnistía.
Aquel día Otegi tomó la palabra para elogiar "la lucha llevada a cabo por los presos vascos" y llegó a comparar a Sagarduy con Nelson Mandela. Extremo que ha vuelto a defender hoy ante la Justicia y que ha manifestado es "lógico y natural".
El fiscal solicita una pena de 18 meses de cárcel para el ex portavoz de Batasuna y 15 para el resto de procesados, mientras que el Foro Ermua y Dignidad y Justicia, que ejercen la acusación popular, reclaman que los cuatro sean condenados a cuatro años y medio y cinco años de cárcel, respectivamente.
En estos momentos, Arnaldo Otegi se encuentra en prisión después de ser detenido el pasado 13 de octubre acusado de intentar recomponer la cúpula de Batasuna en torno a una plataforma denominada Bateragune.
El juicio continuará este jueves con la comparecencia en calidad de testigos del portavoz del PNV en el Parlamento vasco, Joseba Egibar y el ex-coordiandor de Ezker Batua, Javier Madrazo.