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Otegi exculpa a ETA de la masacre porque dice que "nunca ha dirigido sus atentados contra civiles"

El portavoz de la ilegalizada Batasuna-ETA, Arnaldo Otegi, ha vuelto a negar este viernes que ETA esté detrás de la masacre del jueves en Madrid. En la misma línea se ha expresado el consejero vasco de Justicia, Joseba Azkarraga, quien dice "tener el convencimiento" de que los etarras "no son los responsables" y que "todo encamina a pensar que es Al-Qaeda o un grupo terrorista islámico".

L D (EFE) A pesar de que hasta el 11-M las víctimas civiles de esta organización criminal ya se contaban por decenas, Otegi ha dicho que el grupo terrorista vasco nunca ha atentado contra este tipo de personas.
 
En declaraciones a la televisión pública alemana ARD, Otegi ha dicho que "el Estado sabe" que ETA no ha cometido los atentados contra los trenes de Cercanías de Madrid.  El portavoz de la ilegalizada Batasuna ha dicho que condena de forma "rotunda" la masacre en Madrid "aún en el caso de que fueran perpetrados por ETA".
 
Sin embargo, ha vuelto a negar esta posibilidad. Según Otegi –que ha preferido olvidar los atentados de Hipercor, la Calle del Correo o Vallecas–,el grupo terrorista vasco "nunca ha dirigido sus atentados contra civiles", y mucho menos tratándose de "trabajadores y trabajadoras". Otegi ha excluido "completamente" la posibilidad de una colaboración de ETA con Al-Qaeda, pues el integrismo islámico "no tiene nada que ver con ETA".
 
Azkarraga acusa de "prevaricación" a Acebes y Zaplana
 
Por su parte, Azkarraga, en una entrevista a Euskal Telebista, critica la "incapacidad del Gobierno del PP para prevenir un atentado de esta magnitud en Madrid", posiblemente, según dice, por haber estado "más preocupado en perseguir ideas políticas que en ver si hay peligro de un atentado de tanta dureza como este". Acusó al ministro de Interior, Ángel Acebes, y al portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, de "prevaricación" porque "constantemente han estado manifestando la autoría de una organización que no está demostrado que haya sido". "¿Cómo se puede chapotear en la sangre de tantas víctimas inocentes en un atentado de estas características?", se pregunta.

Preguntado por si pediría la dimisión de Acebes, responde que "por vergüenza torera se tendrían que ir" y añade que "saben que el Estado español está en la diana de estas organizaciones tras el conflicto de Irak y, sin embargo, todos los grupos de investigación sólo han estado pensando en el País Vasco". El consejero de Justicia muestra su "indignación, solidaridad y cariño a todas las víctimas de esta carnicería impresionante contra la ciudadanía indefensa".

En cuanto a las manifestaciones convocadas por el Gobierno para este viernes bajo el lema "Con las víctimas, con la Constitución, por la derrota del terrorismo", afirma que, a pesar de estar en desacuerdo con este lema, su partido asistirá porque, "por encima de la utilización política del atentado, está el apoyo a las víctimas".
Civiles asesinados por ETA
 
Los argumentos de Otegi se desmontan con un repaso a alguno de los atentados más sangrientos de ETA. Además de a militares, miembros de las Fuerzas de Seguridad, fiscales, concejales y jueces, el grupo terrorista ha asesinado a decenas de civiles.
 
El 14 de septiembre de 1974 una bomba estalló en la cafetería Rolando de la calle del Correo de Madrid y causó la muerte de 14 personas. La Policía atribuyó la explosión a ETA militar, aunque nunca fue reivindicada. El 29 de julio de 1979 seis personas resultaron muertas y un centenar heridas al estallar sendas bombas colocadas por ETA en las consignas de las estaciones madrileñas de ferrocarril de Atocha y Chamartín y en la del aeropuerto de Barajas.
 
El 29 de junio de 1987 veintiuna personas murieron y más de cuarenta resultan heridas por la explosión de un coche bomba estacionado en el aparcamiento de los almacenes Hipercor de la avenida Meridiana de Barcelona por miembros de ETA. El 11 de diciembre de ese año, la banda terrorista hizo explotar un coche bomba contra la casa-cuartel de Zaragoza y acabó con la vida de once personas, cinco de ellas eran niñas de entre tres y doce años.
 
El 29 de mayo de 1991 murieron nueve personas (dos guardias civiles y siete civiles, entre ellos cuatro niñas), por la explosión de un coche bomba que fue lanzado por terroristas contra la Casa Cuartel de la Guardia Civil en Vic (Barcelona).
 
En 11 de diciembre de 1995 la banda terrorista vasca asesinó en el barrio madrileño de Vallecas a seis civiles que trabajaban para la Armada, al hacer estallar por control remoto un coche-bomba cargado con 55 kilos de amosal al paso de la furgoneta militar camuflada. En la brutal acción de ETA también resultaron heridas diecisiete personas, cinco de ellas muy graves.

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