En este sentido, recordó al Ejecutivo de Zapatero la existencia de "un auto judicial que se publicó en su día y que decía que Iñaki de Juana nada más recuperarse en el hospital se iría a su casa y se le mantendría un control telemático que se puede hacer de muchas maneras, pero había un compromiso de que no fuera una pulsera". Aclaró que de Juana ya dijo que "no aceptaba una pulsera, lo mismo que ningún preso la ha aceptado, porque no son perros, son personas que si están en libertad tienen que disfrutar de todos los derechos".
Reveló la existencia de un acuerdo para que el interno de ETA fuera controlado por medio de llamadas de teléfono" desde las diez de la noche a las ocho de la mañana", horas a las que el recluso "tenía que estar en casa". "Ése es el compromiso firmado en un auto por un juez y el compromiso que adoptaron instituciones penitenciarias y el Gobierno de Rodríguez Zapatero" recalcó Olano.
Un Gobierno "a la deriva" y "pusilánime"
Además, el portavoz de una de las marcas de ETA se permitió añadir que "Iñaki, sus familiares, Askatasuna y la mayoría de este país ya están perdiendo la paciencia, porque con un Gobierno serio se puede tener relaciones, incluso se puede pelear, pero con un Gobierno que va a la deriva, que un día dice una cosa y que al día siguiente dice otra y no sabe ni lo que hace, nadie sabe cómo responder".
Olano acusó de "pusilánime" al ejecutivo del PSOE, al que reprochó su falta de "personalidad política" y recordó que situaciones como las de De Juana "no hacen más que alimentar el conflicto" pues, aunque se encuentre en un hospital con visitas de la familia y de amigos, realmente "está en una cárcel", ya que "no tiene libertad y no puede hacer lo que quiera", remarcó Olano, quien se mostró confiado en que la próxima semana los medios de comunicación puedan entrevistar al preso "en directo".
Criticó también a los dirigentes del Partido Nacionalista Vasco Josu Jon Imaz e Iñigo Urkullu de los que dijo que en los últimos quince meses "han hecho el papel de delegados del Gobierno" en Euskadi, porque "han estado dando carta verde a Zapatero para que dirigiera el proceso desde Madrid y en base a los intereses del PSOE y del PNV".