L D (Europa Press) En un mitin en Lugo para abrir la precampaña en Galicia, al que asistió el presidente del PP, Mariano Rajoy, y alrededor de 2.000 militantes y simpatizantes del partido, Alberto Núñez Feijóo sentenció que "terminaremos una etapa y comenzaremos una nueva".
En esta línea, enfatizó que el año ha comenzado con "pesimismo y desconfianza" debido a la destrucción de "600 puestos de trabajo diarios" y, por eso, apuntó a las autonómicas como una "oportunidad" para "dar un giro" a la política económica y social en Galicia.
No obstante, para conseguir este objetivo reclamó al partido "trabajar más, convencer más y comunicar mejor" y a la ciudadanía la animó a que participen en las autonómicas "con la misma ilusión, interés y determinación" que los americanos en las últimas elecciones de Estados Unidos que dieron la victoria a Barack Obama.
Previamente, Feijóo criticó con dureza la gestión del bipartito, que calificó como una "pesadilla" y al que atribuyó "un cambio, pero a peor". Entre otras pruebas de esta "decepción", citó la crisis, las listas de espera o que en la mayor parte de los ayuntamientos no se pueda construir. También acusó a socialistas y nacionalistas de "duplicar" los "defectos" del anterior Gobierno 'popular' así como de "paralizar" sus "aciertos", y censuró "la doble burocracia de un doble gobierno" y "la miopía del bipartito por no saber ver ninguna propuesta del PP".
La "ideologización" desde la Xunta
Para Feijóo, esta legislatura ha significado además "retroceso" en todos los ámbitos y, de forma concreta, aludió a la "ideologización" de la educación, a la "politización" de la cultura, al "negocio político de los nacionalistas" que supuso el concurso eólico, o a la falta de garantías democráticas del voto emigrante.
A las "carencias" de la Xunta sumó la falta de compromiso del Gobierno central y, al hilo de esto, formuló varias preguntas al presidente del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, que mañana visita Orense. Concretamente, le pidió que conteste "por qué engañó con la crisis" o "por qué comprometió el pleno empleo y, sin embargo, España tiene cinco puntos más de paro que Estados Unidos".
"Por qué comprometió hacer el AVE y no puso ni una sola travesa y por qué permite que más de 300.000 personas –los emigrantes– no puedan votar en urna", completó, y pidió a Zapatero que "dé la cara". Por todo ello, ironizó con que la credibilidad de los socialistas "se pasea por el puente del río Miño construido por el ingeniero José Blanco", en alusión a una de las principales asignaturas pendientes en la capital lucense.
Frente a esta "falta de compromiso" con Galicia, Feijóo se comprometió a "trabajar a tope" para superar las dificultades, reto para el que se ve "con energías". Al respecto, opinó que las autonómicas son una "oportunidad" para ello y, tras recordar que hace 20 años el PP de Manuel Fraga inició "la primera modernización" de Galicia, se propuso comenzar la segunda tras el 1-M.
En su comparecencia, también propuso "suplir" al Ministerio de Fomento si gana las próximas elecciones autonómicas del 1 de marzo de modo que la Xunta de Galicia asumirá el coste de las obras del AVE entre Lugo y Orense si él es presidente. "Luego ya le pasaremos la factura, pero la Xunta hará el AVE entre Lugo y Orense", proclamó antes de recordar los incumplimientos de Magdalena Álvarez.