L D (EFE) Joseba Egibar llegó flanqueado por Imaz y por el presidente del Parlamento, Juan María Atutxa, y también le acompañaron, además de los miembros de la Ejecutiva del PNV y parlamentarios de su grupo, el ex presidente del partido, Xabier Arzalluz.
A diferencia de lo ocurrido en diciembre, cuando declararon los miembros de la Mesa Atutxa, Gorka Knorr (EA) y Kontxi Bilbao (IU-EB), en esta ocasión los portavoces parlamentarios imputados no han acudido juntos al Tribunal, pese a estar citados para este miércoles, después de Egibar, el representante de EA, Rafael Larreina, y el entonces portavoz de SA, Anton Morcillo.
La magistrada de la Sala Civil y Penal del TSJPV, Nekane Bolado, decidió a finales de abril aceptar la petición realizada por la Fiscalía y la acusación ejercida por Manos Limpias de ampliar la querella por presunta desobediencia al Supremo a los miembros de la Junta de Portavoces del Parlamento vasco Egibar, Larreina y Morcillo. La fiscal del alto tribunal vasco, María Angeles Montes, acusó a Egibar, Larreina y Morcillo de ser "colaboradores necesarios" en la "desobediencia a la autoridad judicial" en la que presuntamente incurrieron los miembros de la Mesa de la Cámara Juan María Atutxa, Gorka Knorr y Kontxi Bilbao, al no disolver a Sozialista Abertzaleak (heredera de Batasuna-ETA).
La acusación se refiere a la negativa de la Junta de Portavoces de la Cámara Vasca del pasado mes de junio a la Resolución General de Presidencia del Parlamento, aprobada por su presidente, Juan María Atutxa, Gorka Knorr (EA), Kontxi Bilbao (IU/EB) y Manuel Huertas (PSE-PSOE), dirigida a dar cumplimiento a la orden del Supremo de disolver el grupo de la antigua Batasuna. En dicha Junta de Portavoces, la iniciativa del Presidente del Parlamento "enderezada al cumplimiento de la orden que siguió a la resolución judicial disolvente del Grupo Parlamentario SA", según explica la resolución de la instructora, "quedó rechazada con el parecer desfavorable a la misma" de los tres nuevos parlamentarios imputados, Egibar, Larreina y Morcillo.
El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, lamentó ante los periodistas la imputación contra Egibar, ya que "en democracia ni siquiera un tribunal puede forzar a un parlamentario a emitir su voto en una determinada dirección". Por su parte, Xabier Arzalluz declaró que "hay sectores judiciales que funcionan muy bien y no se puede meter a todos en un mismo saco" al criticar determinadas decisiones judiciales que están, en su opinión, influenciadas por los partidos en el Gobierno.
A diferencia de lo ocurrido en diciembre, cuando declararon los miembros de la Mesa Atutxa, Gorka Knorr (EA) y Kontxi Bilbao (IU-EB), en esta ocasión los portavoces parlamentarios imputados no han acudido juntos al Tribunal, pese a estar citados para este miércoles, después de Egibar, el representante de EA, Rafael Larreina, y el entonces portavoz de SA, Anton Morcillo.
La magistrada de la Sala Civil y Penal del TSJPV, Nekane Bolado, decidió a finales de abril aceptar la petición realizada por la Fiscalía y la acusación ejercida por Manos Limpias de ampliar la querella por presunta desobediencia al Supremo a los miembros de la Junta de Portavoces del Parlamento vasco Egibar, Larreina y Morcillo. La fiscal del alto tribunal vasco, María Angeles Montes, acusó a Egibar, Larreina y Morcillo de ser "colaboradores necesarios" en la "desobediencia a la autoridad judicial" en la que presuntamente incurrieron los miembros de la Mesa de la Cámara Juan María Atutxa, Gorka Knorr y Kontxi Bilbao, al no disolver a Sozialista Abertzaleak (heredera de Batasuna-ETA).
La acusación se refiere a la negativa de la Junta de Portavoces de la Cámara Vasca del pasado mes de junio a la Resolución General de Presidencia del Parlamento, aprobada por su presidente, Juan María Atutxa, Gorka Knorr (EA), Kontxi Bilbao (IU/EB) y Manuel Huertas (PSE-PSOE), dirigida a dar cumplimiento a la orden del Supremo de disolver el grupo de la antigua Batasuna. En dicha Junta de Portavoces, la iniciativa del Presidente del Parlamento "enderezada al cumplimiento de la orden que siguió a la resolución judicial disolvente del Grupo Parlamentario SA", según explica la resolución de la instructora, "quedó rechazada con el parecer desfavorable a la misma" de los tres nuevos parlamentarios imputados, Egibar, Larreina y Morcillo.
El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, lamentó ante los periodistas la imputación contra Egibar, ya que "en democracia ni siquiera un tribunal puede forzar a un parlamentario a emitir su voto en una determinada dirección". Por su parte, Xabier Arzalluz declaró que "hay sectores judiciales que funcionan muy bien y no se puede meter a todos en un mismo saco" al criticar determinadas decisiones judiciales que están, en su opinión, influenciadas por los partidos en el Gobierno.