L D (Europa Press) El pasado viernes, el Gobierno de Zapatero aprobó en Consejo de Ministros el Proyecto de Ley por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Este domingo, el Defensor del Pueblo recordó que su familia paterna desapareció en la Guerra Civil y su propio padre murió en el exilio.
"Yo he estado contra el franquismo desde que tenía uso de razón política. En el año 54, me incorporé a la lucha contra el franquismo. He sido uno de los principales organizadores del primer movimiento contra la dictadura en la universidad. Y he estado en la cárcel. ¿Cómo no lo voy a recordar? Pero recordar para superar", enfatizó
"Recordar para decir que hace falta la España de todos, de unos y de otros. Y me parece muy mal que se recuerde para una venganza que no tiene razón de existir. Manuel Azaña ya dijo que el desenterrar los muertos es la pasión nacional. Pues dejemos a los muertos donde estén", aseguró.
En este contexto, agregó que hubo un momento de la historia de España, "un momento feliz", en que todos, "los unos y los otros", se reconciliaron tras la Guerra y la dictadura. "Nos reconciliamos en torno a la libertad para todos. Y eso es lo que debe imponerse", señaló.
Aunque no quiso pronunciarse sobre si considera o no conveniente aprobar una nueva Ley en esta materia, resaltó que el Ejecutivo puede poner proyectos legislativos sobre la mesa, aunque lanzó una advertencia: "Que se hagan leyes pero, oigan, tengan ciudadano; no una Ley que sea utilizada por los manipuladores de la discordia para imponer de nuevo comportamientos y conductas guerreras y luchadoras entre españoles", concluyó.