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Moratinos tratará de explicar en el Congreso sus acusaciones al Gobierno de Aznar

El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aclarará a partir de las 11:00 horas en el Congreso en qué se basó para acusar al anterior Gobierno de apoyar la intentona golpista de 2002 en Venezuela. Parece que Moratinos va a dejar claro en su intervención que no tiene intención de dimitir mientras mantenga, como hasta ahora, el respaldo del presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aclarará a partir de las 11:00 horas en el Congreso en qué se basó para acusar al anterior Gobierno de apoyar la intentona golpista de 2002 en Venezuela. Parece que Moratinos va a dejar claro en su intervención que no tiene intención de dimitir mientras mantenga, como hasta ahora, el respaldo del presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
(Libertad Digital) Durante la comparecencia que protagonizó ante la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del Senado, Miguel Ángel Moratinos recibió un anticipo de los argumentos que utilizará el PP para exigir su dimisión. El Partido Popular considera a Moratinos desleal a España e indigno de ejercer la jefatura de la diplomacia española.
El senador del Grupo Parlamentario Popular, Alejandro Muñoz Alonso, arremetió este miércoles en el Pleno del Senado contra el ministro. Para el senador popular, se trata de algo "insólito e inaudito" que afecta a la propia "continuidad del Estado", no es habitual en la vida política y solo concebible "en un caso de ruptura revolucionaria". "Me extraña que pida consenso, pero no nos lo pida a pedradas", concluyó el senador.
 
En su turno de réplica Moratinos recordó que comparecerá esta misma mañana para aclarar sus declaraciones y le pidió una mínima cortesía parlamentaria para esperar y ver con detalle lo que ocurrió "entre el 11 y el 14 de abril de 2002". Reiteró, además, que el Gobierno desea trabajar con todas las fuerzas políticas incluida el PP, para debatir los grandes retos en Iberoamérica. "No comparemos declaraciones con acciones porque si las comparamos no creo que tuvieran mucho que ganar", añadió Moratinos.

Pese a ser preguntado en reiteradas ocasiones, el jefe de la diplomacia española ha reservado sus explicaciones para la Comisión de Exteriores del Congreso. Tampoco ha explicado el ministro si comparte las declaraciones que realizó el ex jefe del Ejecutivo Felipe González al día siguiente del golpe contra el presidente Hugo Chávez, cuando el empresario Pedro Carmona había formado su Gobierno provisional. En aquellos momentos, González calificó a Chávez de "golpista", puesto que, según denunció, "por los votos o por las botas, es un autoritario que liquidaba las libertades" y "estaba montando un autogolpe al estilo Fujimori". La secretaria de Política Internacional del PSOE, Trinidad Jiménez, también acusó al temporalmente derrocado Chávez de haber actuado "como un dictador".

Ante la comparecencia de este miércoles, el secretario de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, advirtió al ministro de que "va a pagar caro" el "error" de haber calumniado al Gobierno de Aznar y atribuyó sus polémicas declaraciones al hecho de que "perdió los papeles", que ahora "debe estar buscando por los cajones del ministerio" para justificar sus "deficiencias personales".

El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, que lidera el grupo de CiU en la Cámara Baja, admitió también la "gravedad" de las declaraciones del ministro, pero se mostró partidario de "pasar página cuanto antes" y evitar "la confrontación por la confrontación" entre los grupos parlamentarios. Igualmente, el portavoz de IU-ICV en la Cámara Baja, Joan Herrera, explicó que su grupo "se dará por satisfecho" con las explicaciones que ofrezca Moratinos, porque, a su juicio, "lo que diga debe servir para pasar página".

Por su parte, el PNV deberá aclarar su posición sobre el pronunciamiento de Carmona, ya que el portavoz de este grupo en el Senado, Iñaki Anasagasti, afirmó esta semana que Chávez es un antiguo golpista refrendado por un referéndum cuyo resultado ofrece dudas y aseguró que en abril del 2002 no hubo un golpe de Estado, sino "un vacío de poder".

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