L D (EFE) Moratinos afirmó que, “con todo el respeto al Senado”, el Gobierno no sólo continuará trabajando “dentro de Naciones Unidas”, sino que continuará esforzándose por que “las partes y todos aquellos que puedan facilitar el acuerdo" aceleren la búsqueda de una solución para el Sahara Occidental, como reclama "toda la sociedad española".
El titular de Exteriores aludía de esta manera a la moción aprobada el miércoles por el Pleno del Senado –con la abstención del PSOE– que insta al Ejecutivo a no "transferir las negociaciones" sobre el futuro de la ex colonia española desde la ONU hasta “otros ámbitos bilaterales o regionales”.
Según Moratinos, el Gabinete Zapatero no pretende alejarse "en ningún momento" del marco de Naciones Unidas; es más, desea que ésta lidere los esfuerzos para lograr una solución definitiva al contencioso. No obstante, dijo sentirse “extrañado” por que el Senado quiera excluir algo “de sentido común en toda acción diplomática”, es decir, la búsqueda de acuerdos y negociaciones "bilaterales y regionales".
El jefe de la diplomacia española dijo que son las partes implicadas en el contencioso las que decidirán si “conviene llegar a un acuerdo bilateral o enmarcarlo dentro de una acción de la Unión del Magreb Árabe, con la ayuda o colaboración de otros países”.
"Nadie duda de que el marco de la ONU es el que debe prevalecer, pero, para llegar a las Naciones Unidas, todo aquel que tiene experiencia diplomática sabe que, al final, son las partes las que tienen que decidir bilateralmente, o con apoyo de los países que pueden impulsar, animar o facilitar el acuerdo", añadió.
"Hemos vivido a lo largo de estos 30 años muchos planes –concluyó Moratinos–. El Plan Baker sigue siendo el punto de referencia; es el que aprobó este Gobierno en la última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, y esperemos que se vuelva a reafirmar en el próximo debate en Naciones Unidas. Pero, desde luego, nosotros no nos cerramos a ninguna otra posibilidad”.