LD (EFE) En una rueda de prensa antes de abandonar Damasco, el jefe de la diplomacia española, Miguel Ángel Moratinos, destacó que en las reuniones que sostuvo con altas personalidades del régimen sirio ha quedado de manifiesto que el país quiere ser una parte de la solución y no de la crisis actual en el Líbano.
Por ello, anunció que Siria se comprometió a "ejercer toda su influencia sobre Hezbolá, pero tienen que cambiar las circunstancias y el contexto político y militar en el Líbano". Los líderes sirios recordaron que aunque el grupo chií es autónomo tendrá que aceptar la unidad de decisión del Gobierno libanés.
Preguntado sobre si su viaje a Damasco ha sido un esfuerzo para sacar a ese país del aislamiento diplomático, Moratinos dijo que "no podemos eludir responsabilidad ni a ningún actor" de este conflicto, y afirmó que es "positivo volver a tener interlocución con Siria". De hecho, destacó que sus interlocutores le subrayaron la necesidad de trabajar por una paz global en la región que incluya a los palestinos y los conflictos pendientes de Israel con su país.
Tras reiterar que la situación en Oriente Medio es muy grave y "puede tener consecuencias muy negativas", el ministro español dejó claro que aunque visitó Damasco en concertación con la presidencia y el alto representante de la Unión Europea, no ha representado a la UE y ha venido en nombre del Gobierno español.
El jefe de la diplomacia española señaló también que los líderes sirios le dijeron que "desean usar toda su capacidad para llegar a una solución política y diplomática", ya que "tanto Siria como España creen que no hay una solución militar" a los conflictos de Oriente Medio. Los líderes sirios subrayaron, al mismo tiempo, la necesidad