Moraleda y El País también intentan desvincular a Zapatero de la actitud anticonstitucional de sus socios
El medio millón de votantes de ERC (650.000, en realidad) ya ha sido interpretado de dos formas distintas por el Gobierno. Zapatero lo usó para pedir que se les respete. Su secretario de Comunicación, Fernando Moraleda, para compararlo con los 11 millones del PSOE. Además, El País irrumpe con un editorial, "Socio peligroso", en el que relata las "cosas" de ERC que "no gustan" al presidente, eso sí, sin mencionar Perpiñán. El "desgaste que revelan las encuestas" parece preocupar pero Rubalcaba dice que no habrá cambio de socios.
(Libertad Digital) En rueda de prensa, Fernando Moraleda ha vuelto a distanciarse de ERC. En respuesta a las últimas críticas de los independentistas, el secretario de Estado de Comunicación le ha dicho al partido de Carod que no puede olvidar que el PSOE tiene casi once millones de votos frente a los quinientos mil que reúnen los independentistas catalanes.
"Nos queda mucho trabajo por hacer, hemos hecho ya mucho trabajo pero nos mueve la ambición de este proyecto de cambio que suscitó la simpatía de once millones de españoles. Eso es lo que deben de entender aquellas fuerzas que tienen 500 mil votos", ha dicho Moraleda.
El distanciamiento entre el Gobierno y ERC se escenificó por primera vez el pasado martes. Durante los actos del Día de la Constitución, y con los independentistas ausentes, el presidente Zapatero criticó algunas de sus iniciativas. Se refirió a la solicitud de Esquerra para que el Rey "pida perdón por las víctimas del franquismo". También, al acoso a los medios de comunicación, aunque no quiso citar a la Cope o a la protesta "anticonstitucional" de las Juventudes de ERC, que "conmemoraron" el aniversario de la Carta Magna arrancado páginas del texto. Zapatero acompañó estas palabras pidiendo respeto para ERC "porque tiene medio millón de votos". Sólo dos días después, para Moraleda esos 500.000 votos son argumento suficiente para marcar distancias con los independentistas.
A las críticas de Zapatero le siguió la intervención del PSOE tras los actos "anticonstitucionales" de las Juventudes de Esquerra. Dijo Diego López Garrido que "a nosotros se nos tiene que juzgar por lo que hacemos. Y no tenemos por qué meternos en la vida interna de los partidos". Además, añadió que las actuaciones de ERC "no vinculan en nada" a su formación política. El ministro Sevilla pidió que no se le diera importancia al acto contra la Constitución, mientras Montilla explicó que cuando alguien se encadena a la sede de la COPE sólo "está ejerciendo un derecho".
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