L D (Europa Press) El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expondrá el miércoles en el Congreso, durante su discurso en el debate de admisión a trámite del proyecto de reforma del Estatuto catalán, "propuestas concretas" sobre los "temas que preocupan" y de forma "directa, integradora" y que dé "cohesión". El secretario de Estado de Comunicación,
Fernando Moraleda, abogó este lunes por la estrategia del "sosiego frente al insulto y diálogo frente al tremendismo" en un encuentro con periodistas en el que expuso algunas de las líneas de la intervención del jefe del Ejecutivo.
Moraleda remarcó que desde el pasado 30 de septiembre, fecha en la que el Parlamento catalán aprobó el Proyecto, el presidente del Gobierno ha manifestado el respeto por el procedimiento y la apuesta por la "actitud constructiva de diálogo" y la "búsqueda del acuerdo" dentro del "máximo rigor constitucional". Incidió en que la propuesta catalana tiene una "legitimidad" avalada por el 90 por ciento de la Cámara autonómica.
El jefe de gabinete de Moncloa destacó que el Ejecutivo ha sido respetuoso con el procedimiento y no ha profundizado "en modo alguno" en un "enfrentamiento" entre españoles. "Dialogar para acordar y acordar para avanzar", señaló Moraleda. "Lo hemos hecho con sosiego frente al insulto y diálogo frente al tremendismo", indicó el secretario de Estado, que atribuyó esta postura al PP y que ahondó en la idea de tener "un debate sosegado".
En la actitud de "diálogo", Moraleda inscribió la reuniones bilaterales mantenidas por el presidente con las fuerzas políticas catalanas proponentes del Estatuto. Aseguró que el "rigor constitucional" vendrá por el contenido e información que posee el presidente sobre los aspectos de "difícil constitucionalidad" y dijo que hay unanimidad en las fuerzas políticas que han intervenido en el debate "de forma constructiva" de que el texto debe reformarse.
La lección de Zapatero sobre “la España plural”
En este marco, Moraleda expuso que la intervención del presidente –que ha estado escribiendo "personalmente" y que reflejará, según sus palabras, al "Zapatero más genuino"–, será "directa e integradora", dando una "explicación sobre lo que significa la España plural" y, sobre todo, sustentada en la "firme convicción" de que "las reformas y consensos" son el "camino más exitoso a recorrer para tener un futuro mejor en España". Por ello, el presidente se mostrará "convencido de que este país ha sido mejor no cuando ha tenido miedo a las reformas, sino cuando las ha hecho con consenso" y que se ha "parado cuando alguien ha intentado meterle miedo".
Aseveró que en su alocución, el presidente realizará una serie de "propuestas concretas" sobre los cambios que deben introducirse en el texto sobre la base del informe realizado por cuatro catedráticos constitucionalistas para el PSOE y que asumió la Ejecutiva Federal de este partido. Asimismo, recordó que Zapatero almorzó la pasada semana con estos cuatro expertos.
Para el discurso, el presidente considerará el dictamen "en su totalidad", aunque Moraleda se refirió en concreto a cuatro aspectos: Leyes orgánicas (que sólo pueden ser aprobadas por el Congreso, según la Constitución) así como el principio de igualdad de los españoles; unidad de mercado, que debe respetarse como precepto constitucional; la financiación, bajo la base de que el Estado "no puede hacer dejación de determinados impuestos de titularidad propia"; y la bilateralidad, en el sentido de acometer en el texto modificaciones en lo referido a las "relaciones de la Generalitat y el Gobierno o Cataluña y el resto del Estado".
Hablará de las “líneas rojas”
Al preguntársele sobre si se le escuchará al presidente una solución para la definición de Cataluña como nación, Moraleda aseguró que Zapatero hablará "de los temas que preocupan" o las llamadas "líneas rojas". "El presidente no va a decepcionar pasado mañana", pronosticó el secretario de Estado, que dijo que las "propuestas" deberán ser vistas "en positivo" y "como referencia".
En cuanto a si Zapatero detallará la fórmula de financiación que el Ejecutivo cree oportuna, el secretario de Estado recalcó que se trata de un "debate de toma en consideración" y que aunque lo que diga el presidente es "muy importante", también lo es el discurso de los partidos políticos catalanes.
El Gobierno cree, asimismo, que el PP tiene un "problema de actitud" aunque el Gobierno no haya dejado de "guiñarle el ojo". Para el Ejecutivo, es imposible acordar cuando lo primero que se pretende es que el texto no sea admitido a trámite y que sea declarado "inconstitucional en su totalidad". "No se tiene la actitud del que tiene que acordar", expuso Moraleda. Para fundamentar este "tremendismo" del PP, el Gobierno se remite a las alusiones a la balcanización, o a que se está produciendo una derogación "de facto" de la Carta Magna.
Según la previsión de Moncloa, el jefe del Ejecutivo no intervendrá en el debate hasta las cuatro de la tarde, después de haber escuchado, en la sesión de la mañana y en la defensa del Proyecto, al líder de CiU, Artur Más, a la socialista Manuela de Madre y al presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira.