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Montilla busca el voto católico y alaba la función de la Iglesia

Le hemos visto caracterizado de superhéroe, también parodiando "La vida de Brian" de los Monty Phyton. Ahora, Montilla también quiere ganarse el voto católico. Trata de enterrar las ofensas a la Iglesia de sus socios de Gobierno y alaba su labor con "los más necesitados".

En mayo de 2005, el socio de Gobierno de Montilla en la Generalidad, Carod Rovira, viajó a Tierra Santa junto al entonces presidente de la Generalidad, el socialista Pascual Maragall. A la salida del Santo Sepulcro ambos bromearon con una corona de espinas que se colocaron en la cabeza y se hicieron fotografías.

El propio Montilla, siendo aún ministro de Industria, inició una campaña contra la cadena COPE, y sus principales comunicadores por aquel entonces, Federico Jiménez Losantos y César Vidal. Hasta tal punto que intentó cerrar la COPE en Cataluña mediante el Consejo Audiovisual Catalán y se propuso crear un Consejo Estatal de Medios Audiovisuales.

Más recientemente, el PSC que capitanea José Montilla dio la callada por respuesta cuando el primer teniente de alcalde de Barcelona, segundo del socialista Jordi Hereu, cargó contra el Papa.

Ahora, y ante el más que probable descalabro electoral que le espera según las encuestas, el President parece querer redimirse de todos lo que le ha ligado durante estos años de Gobierno al independentismo más izquierdista y radical. Ese que representa su pacto con ERC e ICV.

Le hemos visto dibujado de superhéroe, y parodiando a los Monty Phyton. Ahora, quiere hacerse con el voto de los católicos.

José Montilla, ha asegurado este sábado que los poderes públicos deben contar con la Iglesia y ha destacado la ayuda que presta a las personas necesitadas en una época de crisis económica como la actual y su contribución a la integración de los inmigrantes.

Montilla ha hecho estas declaraciones tras participar en la inauguración de la nueva sede del Obispado de Sant Feliu de Llobregat, que ha contado con un presupuesto de siete millones de euros. La reflexión del presidente catalán llega semanas antes de la visita del Papa a la capital catalana para consagrar el templo de la Sagrada Familia.

El presidente catalán ha dicho que "el obispado dispone a partir de ahora de un espacio adecuado para las personas que trabajan, pero también para las que por necesidad o voluntad se acercan a la iglesia", y ha destacado que el edificio se ha levantado con "el esfuerzo de muchos y ahora será un espacio de encuentro de la Iglesia y la comunidad".

Montilla ha subrayado la "sensibilidad" del obispado "en tiempos de crisis" y su "atención a los más necesitados". El líder del ejecutivo catalán también ha ensalzado el papel de la iglesia y su contribución a la integración de los inmigrantes.

"En las 120 parroquias que forman parte de este obispado se atienden a muchos futuros catalanes" ha dicho Montilla, que ha destacado que la aproximación se ha de hacer desde el diálogo, la comprensión y el respeto.

Las obras para la construcción del edificio se han alargado durante tres años. El edificio tiene una superficie de 5.000 metros cuadrados repartidos en dos plantas.

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