L D (Agencias) Desde el VIII Congreso Nacional de la Abogacía que se celebra en Salamanca, el ministro de Justicia, José María Michavila, dijo que no ha encontrado "elementos de discrepancia que hagan que la Justicia se convierta en algo de lo que haya que hacer campaña política". En este sentido explicó que no aceptará "motivos electorales para suspender provisionalmente esos principios". Y, por ello, no dudó en invitar al PSOE a "volver a incorporarse a los principios del pacto para hacer de la Justicia un servicio público mejor para todos los ciudadanos, un ámbito ajeno a la discrepancia partidista y un servicio más cercano, el servicio que se merece nuestra democracia".
Durante su discurso, del cual informa la agencia Europa Press, se felicitó de que la Justicia haya experimentado en los últimos años "el cambio más profundo y ambicioso que haya tenido nunca nuestra historia democrática o haya tenido nunca una nación". Agradeció el trabajo que lo ha hecho posible a abogados, jueces, fiscales, procuradores, ciudadanos, comunidades autónomas y Gobierno.
Zapatero insiste en otra reforma
Pero, en el mismo escenario, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, expuso su total oposición "a los planteamientos que no ven la realidad de la Justicia y sus necesidades" y a quienes pretenden "maquillar" los errores. El líder socialista puso como ejemplo los crímenes de Mijas y Coín y aseguró que "habrá libertad y seguridad con una Justicia rápida y eficaz y con una Policía y una Guardia Civil que tengan una adecuada coordinación".
Aunque Michavila le invitó a volver al Pacto y a abandonar el electoralismo, Zapatero prefirió denunciar en tono de campaña que "es dar pasos atrás defender una falsa seguridad basada en el endurecimiento y la limitación de derechos constitucionales". Así que, una vez más, el socialista abogó por una reforma de la Justicia que pasaría por una mayor dotación de medios personales y materiales, una transformación tecnológica con una informatización completa que coloque al sistema judicial "a la altura de la España que queremos" y precisó que "esa reforma no permite atajos porque las reformas improvisadas conducen a nuevas frustraciones".
Durante su discurso, del cual informa la agencia Europa Press, se felicitó de que la Justicia haya experimentado en los últimos años "el cambio más profundo y ambicioso que haya tenido nunca nuestra historia democrática o haya tenido nunca una nación". Agradeció el trabajo que lo ha hecho posible a abogados, jueces, fiscales, procuradores, ciudadanos, comunidades autónomas y Gobierno.
Zapatero insiste en otra reforma
Pero, en el mismo escenario, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, expuso su total oposición "a los planteamientos que no ven la realidad de la Justicia y sus necesidades" y a quienes pretenden "maquillar" los errores. El líder socialista puso como ejemplo los crímenes de Mijas y Coín y aseguró que "habrá libertad y seguridad con una Justicia rápida y eficaz y con una Policía y una Guardia Civil que tengan una adecuada coordinación".
Aunque Michavila le invitó a volver al Pacto y a abandonar el electoralismo, Zapatero prefirió denunciar en tono de campaña que "es dar pasos atrás defender una falsa seguridad basada en el endurecimiento y la limitación de derechos constitucionales". Así que, una vez más, el socialista abogó por una reforma de la Justicia que pasaría por una mayor dotación de medios personales y materiales, una transformación tecnológica con una informatización completa que coloque al sistema judicial "a la altura de la España que queremos" y precisó que "esa reforma no permite atajos porque las reformas improvisadas conducen a nuevas frustraciones".