La eurodiputada del PP y hermana de Alberto Jiménez Becerril -asesinado por ETA en 1998- ha escrito este viernes en ABC una Tribuna Libre en ABC titulada "Esperando a Rubalcaba" y en ella se muestra indignada y dura ante la acción, o más bien inacción, del Gobierno a la hora de investigar el chivatazo a ETA en el conocido como "caso Faisán".
"Las víctimas de ETA se desesperan y no comprenden ni el cómplice silencio de De la Vega (...) ni la urgencia de la Fiscalía por archivar un caso que sigue abierto en la mente de muchos españoles", indica Teresa Jiménez Becerril.
De hecho, va más allá y dice: "Acuso al jefe de la Policía que dirigía la operación y responsabilizo al ministro del Interior de no llegar hasta el fondo de este vergonzoso y peligroso chivatazo". Añade además que "exijo al presidente del Gobierno que haga lo que tiene que hacer, asumiendo la responsabilidad de que se investigue este inaceptable soplo".
Con estas palabras pretende desafiar al Gobierno de Rodríguez Zapatero para que "despeje las dudas" que habría sobre el Ejecutivo si se archivase el caso sin que se hiciera una comisión de investigación que aclare quién avisó a la banda terrorista.
En este sentido, Jiménez Becerril asegura que "ETA para matar necesita dinero con el que pagar pistolas, coches, pisos y demás gastos de su red asesina en la que juegan un papel principal los soplones, quienes, junto con los matones, son los responsables de a pie a los asesinatos".
Muy molesta subraya que "lo escandaloso de este asunto es que el 'soplón' pertenecía a la Policía y además estaba muy bien informado de la operación de vigilancia".
De este modo, la eurodiputada recuerda que "mi hermano, al igual que tantos otros inocentes, fue asesinado por una pistola que se pagó con dinero igual al que se recaudaba en el bar Faisán, y sus asesinos planearon su crimen en un piso en Sevilla alquilado con dinero idéntico al que estaba en el maletín que no se incautó por orden de alguien, cuya identidad desconocemos".
En su escrito hace un llamamiento a los principales cargos del Gobierno y les exige explicaciones. Pero resignada y lanzando un dardo al ministro del Interior concluye así la Tribuna: "No nos queda más remedio que seguir esperando a que Rubalcaba, aunque después de su brillante actuación delante de los españoles cuando soltó a De Juana Chaos por motivos de salud, no sé si soportaríamos otra película como aquella, con un ministro del Interior apareciendo ante los medios con semblante compungido para explicarnos que en el bar Faisán el soplo se hizo ¡por motivos humanitarios!