Que la crisis económica está pasando factura a los sindicatos es cada día más evidente. Eso sí, factura social, no económica, ya que las organizaciones mayoritarias (UGT y CCOO) siguen recibiendo subvenciones y manteniendo liberados.
La radiografía más evidente se ha dejado ver este domingo en Rodiezmo, en la tradicional fiesta astur-leonesa del sindicalismo del carbón. Tradicional cita a la que Zapatero ha estado acudiendo cada arranque del curso político durante diez años. Este año ha sido distinto. El drástico tijeretazo que le impusieron desde Bruselas obligó a los sindicatos a plantear una huelga general. Así, Zapatero no ha estado presente en Rodiezmo. En cambio, sí estuvieron Álvaro Cuesta y el ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra.
En su intervención, Guerra ha desplegado su estilo más característico para cargar contra el jefe de la oposición Mariano Rajoy a quien ha llamado "indolente, perezoso, haragán y holgazán".
Pero en esta ocasión había poco público para aplaudir los discursos de los líderes. Según cuentan algunos cronistas desplazados hasta Rodiezmo, la asistencia fue escasamente la mitad de la habitual. Además, los ánimos de los sindicalistas que acudieron a la cita estaban más por defender al PSOE que por secundar la huelga.
Así, cuando tomó la palabra Cándido Méndez criticó al Gobierno. Afirmó que se hace la huelga general "para que se haga lo que todos decían que se debía hacer hace un año", en clara referencia a Zapatero. Méndez recalcó el "hecho lamentable de que el Gobierno de la nación se haya convertido en el campeón, a la fuerza, del tipo de políticas económicas" neoliberales y afirmó que las decisiones que ha tomado van en un sentido "muy negativo".
Lo que seguramente no se esperaba Méndez era la reacción de parte del público. Algunos de los asistentes gritaron "¡no la hagáis!", en alusión a la huelga, según informa elmundo.es. Méndez optó por obviar los comentarios.
Méndez ha reconocido que la fiesta de Rodiezmo se ha celebrado este año en una coyuntura muy difícil, pero ha advertido de que él no iba a guardar silencio porque UGT no puede facilitar que se tiren por la borda los derechos de los trabajadores.
"La política actual del Gobierno va por mal camino en el ámbito social y económico, y por eso se ha convocado la huelga general del 29 de septiembre", ha subrayado antes de defender que esa convocatoria es un derecho democrático frente a quienes quieren criminalizarlo.
Además, ha rechazado el "canto a la impotencia y la resignación" de la política gubernamental", que, a su juicio, niega las posibilidades de un futuro mejor para el país. "El problema del Gobierno no es que se haya quedado sin discurso, es que ha abrazado a la fuerza el discurso que combatía hasta hace pocos meses", ha explicado el líder ugetista.
El secretario general de UGT ha insistido en que lo que ha de lograrse es que el Gobierno rectifique su actitud. Respecto a la reforma laboral ha advertido que no deja a nadie a resguardo y ha sido una apuesta por el despido, y ante la posibilidad de que se retrase la edad de jubilación a los 67 años ha hecho hincapié en que ese no es el camino.
"Están a punto de hacer trizas el Pacto de Toledo y le están dando en bandeja el discurso a la derecha", ha lamentado antes de considerar que el líder del PP, Mariano Rajoy, guarda muchos silencios porque cree que es mejor limitarse a recoger "los frutos de la deriva del Gobierno".
Frente a la política por la que está apostando el Ejecutivo, Cándido Méndez ha defendido una alternativa que pasa por la fiscalidad, ya que considera un error que se hayan suprimido impuestos como el del Patrimonio (con el que dicen que se podría haber pagado la subida de las pensiones) y cree que los empresarios "tributan al fisco como si fueran mileuristas".
Méndez, quien ha defendido el futuro del sector de la minería, ha recordado que todo el mundo decía hace un año que había que tomar decisiones como la regulación de los mercados financieros y, ahora, muchos se han echado atrás.