Matas y Aguirre recuerdan a Zapatero los agravios de su gobierno a Madrid y Baleares

(Libertad Digital) En el Debate sobre el Estado de las Autonomías, el presidente de Baleares, Jaume Matas, dijo que se está cometiendo "un error de diagnóstico" al "focalizar España como problema", cuando el problema es "el Estado". Según el presidente balear, el proyecto de los nacionalistas es "sustituir un estado menguante por otro emergente y esto se impulsa desde el Gobierno de España en una extraña especie de pulsión suicida". Explicó que cuando hace un mes propuso la moratoria en la aprobación de los estatutos hasta ver como acababa la propuesta de Cataluña, "no era un brindis al sol", sino "un ejercicio de responsabilidad".

 

Además de hacer recomendaciones, Matas también hizo varias preguntas a Zapatero, entre ellas, si va a permitir que "existan comunidades con diferentes competencias dentro de España" y si "va a decir que sí, a lo que sea, a una comunidad y que no, para lo mismo, a los de Baleares o a los de otra comunidad". "¿Se va a introducir semilla del concierto para alguna comunidad autónoma?", volvió a preguntar. Apuntó que no hay en la Constitución "autonomías de primera y segunda" y preguntó qué derecho histórico tiene Cataluña que no tenga Baleares, para recordar a continuación el reino de Mallorca "el único independiente".

 

El presidente de Baleares dedicó la primera parte de su intervención, en mallorquín, a los problemas específicos de las islas. Se quejó de que reciben la menor financiación por habitante de toda España: "Es difícil dar iguales servicios cuando recibimos un 34 por ciento menos de financiación per cápita". Matas acusó a Zapatero de "despreciar y de ningunear" a las islas Baleares, le pidió "transparencia" y que incluya a las islas en "su agenda" y le ofreció "entendimiento", "porque no queremos enfrentamientos partidistas". Expresó su preocupación por el hecho de que los ciudadanos de las islas Baleares "tengan la percepción de que no únicamente se está castigando a una comunidad autónoma por ser gobernada por un partido político de otro color sino que, sencillamente, ustedes nos ignoran y nos desprecian". Matas lamentó encontrar "deslealtad" y "falta de cooperación" en el Gobierno central y le pidió un reconocimiento expreso de la "situación de injusticia" que sufren los ciudadanos de Baleares, "la autonomía con menos inversión del Estado", dijo.

 

Por su parte, la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, apeló al mantenimiento de la concordia constitucional de 1978, a la "solidaridad interterritorial" financiera y solicitó al Gobierno que "no discrimine" a la Comunidad de Madrid respecto a otras autonomías en temas como el reparto del agua o las inversiones del Estado. Aguirre, que intervino en durante casi 50 minutos, exigió al presidente del Gobierno que explique su modelo de Estado, si lo que pretende es "una España federal, confederal o una disgregación de repúblicas ibéricas" y le advirtió de que, si sale adelante el sistema "que propone el cuatripartito catalán con CIU", la financiación y la solidaridad interterritorial serían "inviables".

La intervención de Aguirre sirvió también para que la presidenta anunciara que no asistirá a futuras convocatorias de la Conferencia de Presidentes "hasta que se presente una propuesta jurídicamente fundamentada" y se defina su funcionamiento, ya que, dijo, en la última no se resolvió su objetivo principal, la financiación sanitaria. En este puntó, estimó que si la propuesta de reforma estatutaria de Cataluña se aplicara a Madrid esta comunidad debería reclamar al Estado 23.760 millones de euros adicionales que, unidos a los 19.970 millones que corresponderían a Cataluña, harían "inviable" el sistema de financiación autonómica y el modelo de solidaridad territorial.

 

Aguirre aprovechó su intervención para "hacer inventario" de las "decisiones lesivas" para los madrileños que ha tomado el Gobierno socialista, las cuales afectan fundamentalmente al abastecimiento del agua, a la reclasificación de Mintra como empresa pública, lo que supone que su deuda debe asumirla el Gobierno regional, y a las inversiones estatales en la región. En concreto, consideró que el cambio de Mintra responde al "cambio de signo político del Gobierno de la Nación" y a que éste "se negó a defender los intereses de una de las Comunidades Autónomas de España", preguntándose en este punto si fue "por sectarismo o por el deseo de asfixiarnos o de que no pudiéramos cumplir el programa electoral".

 

A pesar de que no estaba previsto, José Luis Rodríguez Zapatero volvió a pedir la palabra tras la intervención de Esperanza Aguirre. El jefe del Ejecutivo instó a la presidenta madrileña que "mire a sus propias filas" cuando dice que la política exterior perjudica las inversiones extranjeras, y aseguró que José María Aznar alarmó a 500 empresarios mexicanos hablando de la balcanización de España. Zapatero afirmó que, "afortunadamente, a los pocos días de que Aznar hubiera dicho eso en México, una empresa tan importante como Televisa decidió hacer una inversión muy importante en España", y recordó también que la multinacional norteamericana IBM "decidió, tras trabajar con el Gobierno de España durante meses, instalar su sede para gran parte de Europa en Madrid". "Sea un poco rigurosa y respete la verdad, porque afortunadamente se siguen instalando multinacionales en Madrid con el apoyo del Gobierno de España y con esta política exterior que hacemos en el mundo", agregó.

Zapatero aseguró que su Gabinete siempre impulsará una política exterior "independiente, autónoma, y por tanto patriótica", que "tome sus decisiones en función de lo que la ciudadanía quiere, de los intereses del país, y no en función de lo que quiere ningún presidente de ninguna potencia del mundo, como pasaba antes". "Los ciudadanos decidieron que había una política exterior que no querían, que era la de la sumisión y la del apoyo a guerras ilegales, como se hacía en este país", concluyó. En sus referencias concretas a las intervenciones de Esperanza Aguirre, aseguró que su Gobierno está haciendo grandes esfuerzos en la Comunidad de Madrid en materia de infraestructuras, agua, seguridad ciudadana y financiación sanitaria, entre otras, al tiempo que lamentó la "demagogia" de las críticas que aseguran lo contrario.

 

En cuanto a los reproches de Matas, el presidente Zapatero reconoció, esta vez sí, problemas objetivos de financiación en Baleares y anunció que el nuevo modelo debe ofrecer "mejores recursos financieros" al archipiélago. Dijo que a finales de noviembre, durante su visita a Mallorca para participar en la Alianza de las Civilizaciones, se reunirá con el presidente del Govern para "desbloquear" el conflicto sobre el convenio de carreteras y negociar un nuevo acuerdo para inversiones en ferrocarril. Admitió los problemas de la financiación en Baleares pero argumentó, en su defensa, que "este no es un modelo que haya hecho este Gobierno, tenemos la situación que tenemos".