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Matas niega todas las acusaciones: "El presidente no estaba para estas cosas"

Jaume Matas insistió este jueves en que es "imposible" que se pudieran "infringir" los códigos de control por parte de los servicios jurídicos de la Comunidad Autónoma durante la gestión del velódromo Palma Arena, durante la cual presuntamente se desviaron más de 50 millones de euros.

Así lo informaron a Europa Press fuentes jurídicas, que señalaron que durante la declaración de tres horas ante el juez José Castro y los fiscales Anticorrupción Pedro Horrach y Juan Carrau, Matas reiteró que sólo asume la "decisión política" de construir el velódromo, si bien negó de forma reiterada haber intervenido en la gestión administrativa de este proyecto, aprobado por el Consell de Govern durante la pasada legislatura.

Precisamente, el ex presidente ya manifestó ayer a lo largo de sus seis primeras horas de su interrogatorio que asume con "todas las consecuencias" su responsabilidad política a la hora de impulsar la construcción del velódromo, si bien puntualizó que no tuvo "ninguna intervención" en las actuaciones administrativas, de forma que se fiaba de los "controles" de los servicios jurídicos del Ejecutivo balear, que eran los encargados de "fiscalizar y garantizar la legalidad" de la gestión en la construcción de esta infraestructura.

De este modo, las citadas fuentes apuntaron que la declaración de Matas durante el día de hoy ha sido "muy aburrida", dado que de una vez tras otra el juez le exhibía numerosos contratos y declaraciones de imputados y testigos que han comparecido ante el magistrado, ante los que el ex dirigente ha negado de, forma reiterada, cualquier tipo de responsabilidad.

Así, incluso algunas defensas personadas en el caso llegaron a afirmar que Matas se dedicó en algunos momentos a hacer un "mitin político", al subrayar su "decisión política" de impulsar el velódromo y eludir cualquier intervención en su gestión administrativa. En este sentido, recalcó que él era el jefe del Ejecutivo, pero que no se podía encargar de todo, hasta el punto que señaló que "el presidente no estaba para estas cosas".

Respecto a la empresa de comunicación Nimbus, Matas remarcó que desconocía totalmente esta agencia durante la pasada legislatura, a pesar de que se encargó de gestionar parte de la campaña electoral del PP en los comicios autonómicos de 2007. No obstante, admitió que sí que conocía a su director, Miquel Romero, también imputado en el caso Palma Arena.

Tras el receso iniciado pasadas las 13.30 horas, Matas continuará declarando a las 17.00 horas de esta tarde en la que comenzarán a interrogarle sobre la adquisición, las obras de reforma y el equipamiento de su vivienda en Palma, conocida como Palacete, donde también se podría haber cometido algún tipo de irregularidad, ya que parte de estos trabajos se podrían haber pagado con dinero negro.

Asimismo, está previsto que le pregunten sobre la presunta financiación irregular del PP y contratos suscritos en relación a la radio y televisión públicas de Baleares, IB3.

La jornada de hoy comenzó con polémica, después de que el juez Castro ordenara el cambio de sala en la que se está llevando a cabo el interrogatorio del ex presidente de Baleares, aceptando así la propuesta que le hizo el abogado de Matas, Rafael Perera, quien sospecha de la existencia de micrófonos distribuidos en la habitación, lo que explicaría la publicación hoy en la prensa de parte de las declaraciones que se produjeron ayer, sobre todo, de las conversaciones telefónicas que fueron pinchadas por orden judicial.

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