L D (EFE) El jefe de la oposición y líder de CiU dijo que la unidad de acción catalana para defender el nuevo Estatuto en Madrid había quedado "agrietada" por la crisis entre Maragall y el tripartito catalán en relación a la remodelación de gobierno pretendida por el presidente de la Generalidad. Así, podrá ahuyentar la crisis de "credibilidad" y "desconfianza" hacia las instituciones catalanas. En la réplica, Maragall dijo a Mas , sin embargo, que estuviera "tranquilo" porque "no habrá disolución del Parlament" para convocar elecciones, y aseguró que el "prestigio y la credibilidad" del gobierno de la Generalidad "no está en juego".
En la intervención del líder de CiU censuró el "lío" creado por el presidente catalán "y su entorno", en su intento de remodelar el gobierno sin el apoyo de las fuerzas del tripartito. Para Mas, el presidente catalán desechó tres soluciones posibles para tratar de salir de la crisis en su intervención de ayer en el Parlament: anunciar la pretendida remodelación de su ejecutivo -que CiU habría "apoyado"-, someterse a una cuestión de confianza o disolver el Parlament y convocar elecciones.
"Que no se toque ni una coma"
Mas recordó que uno de los acuerdos entre Maragall y CiU paralelos a la aprobación del nuevo Estatuto fue que el presidente catalán se comprometía a no convocar elecciones hasta que estuviera resuelta la discusión en Madrid, pero el líder de CiU le ha dicho que, dadas las circunstancias actuales, le eximía del cumplimiento de ese compromiso. Así, le pidió "fortaleza y coraje" y le invitó a disolver el Parlamento, convocar nuevos comicios y así "dar la palabra al pueblo" y "aceptar su veredicto". "En la situación actual, no hay nada que sea más necesario, más urgente y más consecuente" que la convocatoria de comicios, añadió Mas, quien consideró que si Maragall rechaza convocarlos es porque está pensando en su "supervivencia" en el cargo.
Mas reconoció que, "pese a sus errores", Maragall desea "lo mejor para Cataluña" y le recordó que el país "no termina ni acaba en el tripartito, ni tampoco en CiU". El jefe de la oposición en Cataluña aseguró que CiU "no deseaba" que se llegase a la actual situación de crisis, "que no hemos provocado nosotros", pero ahora "alguna solución hay que encontrar" dado que se debe afrontar un tema como el Estatuto. Insistió en que la unidad de acción catalana en la negociación en las Cortes está "agrietada", ya que el tripartito "no confía" en el presidente que escogió, mientras que Maragall "tampoco confía" en los consellers que nombró, lo que "debilita" la posición de quienes ejercerán de defensores del Estatut en Madrid.
En su opinión, resulta "imposible" defender con la "energía necesaria" el Estatuto teniendo "un presidente debilitado por los suyos" y "un gobierno debilitado por el presidente". En cualquier caso, garantizó que, pase lo que pase, CiU "seguirá manteniendo la misma lealtad" al Estatuto. Reclamó a Maragall y al tripartito el compromiso de defender en Madrid que, en el trámite de discusión del texto en las Cortes, "no se toque ni una coma" de los "temas fundamentales", de manera que no haya "claudicaciones de entrada" por parte del PSC.