Más de un millón de personas vuelven a pedir en la calle a Zapatero que derrote a ETA
Por cuarta vez en dos años, una muchedumbre se ha echado a la calle para exigir al Gobierno que derrote a ETA. Más de un millón de personas han colapsado la Plaza de Colón y sus alrededores, en Madrid, a pesar del sofocante calor y del reclamo del mundial de fútbol televisado. La Delegación del Gobierno ha calculado una participación inusitadamente exacta de 242.923 personas; en todo caso, más del doble de lo que concedió a la manifestación del pasado 25 de febrero y más de las que El País había calculado que caben en la zona. Teresa Jiménez-Becerril resumió el malestar que justificó la protesta: "Enviaré a mis sobrinos a La Moncloa para que les explique por qué está siendo tan complaciente con quienes ordenaron la muerte de sus padres". Zapatero, por boca de Fernando Moraleda, ha repetido su retórico respeto por las víctimas pero no ha adoptado ningún compromiso.
(Libertad Digital) Las palabras del presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, han cerrado la multitudinaria concentración. Alcaraz ha dicho que "este Gobierno ha gastado más fuerza en intentar hundir y desprestigiar a la AVT que en luchar contra los terroristas". Además, "el presidente de la AVT ha criticado al movimiento rosas blancas por la paz -que ha entregado una de esas rosas a una abogada de Batasuna- por "igualar a las víctimas y los verdugos" y les ha dicho que el próximo día 29 de junio "tendrán oportunidad de ser valientes" y acudir al juicio que se va a celebrar en la Audiencia Nacional por el asesinato de Miguel Ángel Blanco, para entregar allí una de esas rosas blancas, "manchadas de sangre de las víctimas".
Francisco José Alcaraz también ha recordado que "la Justicia es un pilar fundamental para nuestra convivencia" y que "si la política entra en la Audiencia Nacional, la justicia va a salir por la ventana y con ella todas nuestras esperanzas". Así, ha pedido a los jueces, "que conocen como son estos asesinos y como se ríen de sus víctimas", que los juzguen "como se merecen". "Ayer la señora De la Vega afirmó que el terrorismo ya no existe y que esta manifestación ya no es necesaria. Y si no existe el terrorismo –se ha preguntado Alcaraz– porque se empeña en arrodillar a todo un estado de Derecho ante una banda terrorista", ha afirmado.
La cuarta concentración en menos de un año por el mismo motivo
Sobre las 17.00 horas, los primeros dirigentes populares llegaban al lugar de la concentración encabezados por Mariano Rajoy. Entre ellos, Eduardo Zaplana, Ignacio Astarloa, Ana Pastor, Miguel Arias Cañete, Francisco Camps, presidente de Valencia y Miguel Sanz, presidente de Navarra. (Ampliación)
Se trata de la cuarta movilización en menos de un año y medio –primera tras el alto el fuego anunciado por ETA– en contra de la negociación con la banda terrorista, aunque en esta ocasión al rechazo del diálogo han sumado la exigencia de conocer todo lo ocurrido en los atentados del 11 de marzo de 2004.
Debido al calor, los más demandados fueron los paraguas del Foro de Ermua, a 20 euros, con la banderas de España y la ikurriña sobre un fondo blanco. En algunas pancartas portadas por los manifestantes se podían leer protestas contra el Gobierno: "España no se merece un presidente felón", "España no merece un Gobierno ZP", o "¿Porqué odias a España?, Zapatero".
"Queremos saber la verdad"
Tras una breve intervención de la periodista Isabel San Sebastián, ha tomado la palabra Gabriel Moris, vicepresidente de la AVT, que ha saludado a los cientos de presentes y les ha agradecido su presencia en "este acto cívico" a favor de "la verdad, la justicia, y la libertad". Ha manifestado cómo él y su familia son la voz de su hijo que "sufrió las consecuencias del terrorismo".
"Lo que hoy pedimos y exigimos, con los miembros de la sociedad civil" a nuestros representantes políticos es que se esclarezca la verdad "ya que en estos trenes íbamos todos, todos somos victimas potenciales de los atentados". "Nuestra presencia es un ejercicio de libertad ciudadana y de democracia", ha afirmado Morís, porque "¡queremos saber la verdad!", ha reafirmado el vicepresidente de la AVT, en referencia a los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Su afirmación ha sido secundada por los presentes, con grandes aplausos.
María del Mar Blanco, hermana de Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA y punto de inflexión en la lucha contra el terrorismo con el Espíritu de Ermua, ha recordado al Gobierno que "no se puede ceder nada porque de lo contrario será rentable asesinar, secuestrar y extorsionar. Hemos aguantado demasiado y nos sentimos contrariados porque el Gobierno de España pueda sentarse a negociar con los que nos han amargado la vida tantos años". "No puede haber ninguna contraprestación, ni política ni moral. Hemos aguantado demasiado y no podemos soportar que nuestros asesinos puedan conseguir, sin matar, lo que no han conseguido matando. Ellos son los asesinos y nosotros la parte inocente, y el Gobierno de este país parece que no lo tiene claro", ha afirmado.
Javier Gismero, militar herido en el 11M, pidió una "actuación determinante" para saber la verdad sobre "el mayor atentado terrorista jamás perpetrado en España". Gismero dijo que "son demasiados los enigmas" sin resolver sobre la autoría de aquel atentado, dentro de un "proceso judicial carente de rigor". Reclamó una "investigación seria, eficaz, no deslegitimada por intereses políticos y no sometida a un permanente obstruccionismo"
Teresa Jiménez-Becerril, hermana de un concejal del PP asesinado junto a su esposa por ETA en Sevilla, en 1998, transmitió a Zapatero que no tiene su "bendición para buscar una paz como sea" y se ofreció a enviarle a sus sobrinos al palacio de La Moncloa para que les explique "por qué está siendo tan complaciente con quienes ordenaron la muerte de sus padres".
Horas antes de celebrarse esta multitudinaria manifestación, un centenar de familiares y personas afectadas por el terrorismo viajaron en tres autobuses con dos rutas diferentes: una seguía el trayecto de las explosiones del 11-M, y otra, el de algunos atentados perpetrados por ETA. En cada uno de estos lugares se depositaron cestas de margaritas blancas, se pronunciaron palabras de homenaje y se guardó un minuto de silencio. De esta forma, la AVT ha querido recordar a las víctimas y refrescar la memoria de la ciudadanía ante la negociación del Gobierno con la banda terrorista. (Ampliación)
El vicepresidente segundo y consejero de Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Alfredo Prada, ha cifrado en "alrededor de un millón de personas" la asistencia a la concentración que se ha celebrado en la madrileña Plaza de Colón contra la negociación entre el Gobierno y la banda terrorista ETA y para exigir "toda la verdad" del 11-M. Sin embargo, según la Policía, sólo han asistido 242.923 personas.
La Comunidad ha explicado, en un comunicado, que ese es el cálculo que han hecho quince especialistas de las direcciones generales de Seguridad y Protección Ciudadana, que "han estado desplazados en el lugar de la concentración y determinaron la ocupación de la plaza y las calles adyacentes". Además, Prada ha dicho al término de la concentración que ésta se había producido dentro de una "normalidad absoluta".
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