(Libertad Digital) Hans Blix ha recibido el Premio por la Paz de la ANUE por su defensa de la solución pacífica de los conflictos, según informa Efe.
En el acto, Blix explicó que los servicios de inteligencia de "muchos" países "exageraron y malinterpretaron" los indicios sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak.
El 11-S, origen de las "teorías sobre el terror"
En su opinión, los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU "fueron el punto clave que hizo surgir todas las teorías sobre el terror" y que la tendencia "era ver todas las suposiciones bajo una luz aterradora, y lo mismo hicieron los servicios de inteligencia, fiarse demasiado de los indicios". El ex jefe de los inspectores de la ONU añadió que, tras la guerra, ha quedado claro que las explicaciones de los servicios secretos sobre las armas prohibidas "eran, como mínimo, exageradas" y que los países vecinos de Irak "no pensaban que esto fuera un peligro".
Sin embargo, "eso no es una excusa –dijo– para los líderes políticos; ellos deberían haber planteado preguntas más cruciales", y añadió que cree que los gobiernos que apoyaron la guerra "se equivocaron" sobre la existencia de arsenales en Irak, aunque, a su juicio, "no lo hicieron de mala fe". Blix incluso admitió que, en diciembre de 2002, él mismo sospechaba que Irak poseía armas de destrucción masiva, aunque a medida que avanzó en las investigaciones se fue volviendo "más escéptico" y, si le hubieran permitido continuar con su trabajo en Irak, "es posible que hubiera podido demostrar que no existían esas armas".
Según el ex funcionario de la ONU, cuando los inspectores abandonaron Irak "no se podía garantizar que no había armas, pero sí que había suficientes dudas para prolongar el tiempo de las inspecciones". Aunque los inspectores "sabían que no quedaba demasiado desarme por hacer en el sector nuclear", sí faltaban por responder algunas preguntas importantes. "Por ejemplo, Irak había dicho que tenía una oferta de otro país sobre una técnica nuclear, que decía haber rechazado, aunque se negaba a revelar qué país era", relató Blix. "Yo diría ahora –prosiguió– que esa oferta venía de Pakistán".
"La gente tiene menos confianza" en los gobernantes
En opinión del experto de origen sueco, los gobiernos que promovieron la guerra "intentaron minar el trabajo de los inspectores, porque pensaban que efectivamente había armas de destrucción masiva en Irak", aunque no cree que la guerra estuviera preparada con antelación. El ex funcionario de la ONU ha comparado a los líderes políticos con "cazadores de brujas", porque "estaban tan convencidos de que existían, que si veían una sombra creían que eso era la prueba de que las brujas existían". La principal consecuencia política de esa actitud de los gobernantes es, a su juicio, "que la gente tiene ahora menos confianza en ellos".
En opinión de Blix, Estados Unidos y Reino Unido no sometieron a votación del Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que permitiera el inicio de la guerra porque sabían que no obtendrían mayoría, "con lo que demostraron que pensaban que lo podían hacer solos, sin tener en cuenta a la comunidad internacional". "Con lo que no contaron es con las consecuencias que ello tendría sobre el resto del mundo, respecto a la legitimidad de su acción", apuntó Blix, que considera que la guerra de Irak supone "una lección para el mundo" porque ha puesto de relieve que "contar con el apoyo del Consejo de Seguridad no es un detalle sin importancia".