(Libertad Digital) Poco antes de las seis de la tarde, el presidente de la Generalidad de Cataluña, Pasqual Maragall, compareció ante los medios de comunicación para valorar las novedades de este viernes: la querella de CiU y la moción de censura del PP. Desde el principio estableció las diferencias entre uno y otro hecho.
Respecto a la moción planteada por el PP, Maragall recordó que el propio Piqué "reconoce que la presentación es solamente instrumental". Añadió que "con eso aclara la intención pero reconozco la legitimidad". "El gobierno se explicará", añadió. Pero la querella de CiU le sentó bastante peor o eso quiso hacer ver: "En cambio –lamentó Maragall– francamente considero que la presentación de una querella es un hecho gravísimo, sin precedentes". En su opinión, "presentar una querella a partir de una afirmación hecha en sede parlamentaria" no tiene sentido alguno. "Mis palabras –en referencia a las acusaciones del 3 por ciento– no merecían una iniciativa de esta magnitud".
Agravando el tono añadió: "No considero que sea aceptable que el presidente tenga que hablar bajo amenaza de querella". No desaprovechó Maragall la oportunidad para reincidir en el origen de sus acusaciones, eso sí, rebajando la concreción: "Una vez mas reitero el compromiso de trasparencia de las instituciones de nuestro país. Si tenemos que pedir perdón por falta de trasparencia es a los ciudadanos. La acción de este gobierno –concluyó– marca la diferencia con los gobiernos anteriores".
Para finalizar, el presidente de la Generalidad expresó su "respeto a las instituciones democráticas y al estado de Derecho. Desde este reconocimiento –concluyó– espero que todas las fuerzas políticas catalanas hagan honor al compromiso de ir adelante en las reformas políticas y sociales que Cataluña necesita".
Mas replica que la acusación de Maragall tampoco tiene precedentes
El presidente de CiU, Artur Mas, replicó a Maragall que es cierto que la querella por calumnias e injurias no tiene precedentes, "pero que no es menos cierto que una acusación tan grave como la que hizo en sede parlamentaria tampoco tiene precedentes". "Un parlamento no puede convertirse en escudo para acusar", dijo. En rueda de prensa en el Parlamento, Mas también le replicó que, si considera que un presidente no tiene por qué hablar bajo la amenaza de una querella, debe aceptar igualmente que CiU no tiene por qué "actuar bajo la acusación de haber cometido irregularidades y delitos". Artur Mas también le dio la razón sobre la "gravedad extrema de la situación" política, pero dijo que el presidente "es el único responsable" de la polémica.
En cuanto a la demanda y voluntad de transparencia, el líder de la oposición afirmó que la transparencia no es "patrimonio" de nadie sino que "todos" están comprometidos con ella.
Sobre la posibilidad de que CiU presente una moción de censura --como ha hecho el PP--, Mas no lo descartó pero aseguró que sólo puede presentarse "si se puede, de manera que se pueda conseguir el objetivo", que es cambiar un gobierno; y ahora "no se puede sabiendo que está condenada al fracaso". El líder convergente explicó que el presidente debe "rectificar en toda regla" y no "enrocarse en el error" y que "la esperanza no se pierde nunca". Aseguró que, si lo hace, CiU retirará la querella. "Que pida disculpas. No es tan difícil", dijo, y lamentó que la federación "no se puede sentir directamente representada" por el presidente catalán, aunque aseguró que puede volver a sentirlo como suyo si se reconduce la situación.
Un año sin Jordi Pujol
El ex presidente de la Generalidad Jordi Pujol ha dicho en una entrevista radiofónica que "el Govern ha sufrido un sobresalto desde que no estoy, no hay el mismo grado de eficacia ni unión y hay ciertas actitudes sectarias", según afirma un comunicado de la emisora Onda Cero Catalunya.
Tras afirmar que "Artur Mas ganó las elecciones aunque todo el mundo decía que no lo haría", Pujol ha añadido que "cuando el gobierno tripartito entró en el Govern pidió toda una serie de investigaciones" y "después dijeron que hay cosas que se podían hacer pero no encontraron ninguna irregularidad". "Pese a lo que se ha planteado estos días ha caído como un trueno –añade Pujol–, durante un montón de meses el tripartito investigó y no encontró ninguna irregularidad".