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Maragall admite que se sintió "personalmente traicionado" cuando Zapatero pactó a sus espaldas con Mas

Apartado de la primera línea política, Maragall está diciendo ahora todo lo que calló mientras estuvo al frente de la Generalidad de Cataluña. A principios de semana dijo que el esfuerzo realizado para reformar el Estatuto catalán "no valió la pena". Y lo dijo pese a que varios compañeros intentaron disuadirle de la autocrítica por el impacto político que podría tener. Sus palabras hicieron que Rajoy reconociera su "valentía" y "honradez", aunque tarde. El ex presidente vuelve de nuevo a la carga y admite, en una entrevista que se publicará el lunes en la revista L'Avenç, que se sintió "personalmente traicionado" por el presidente del Gobierno cuando le dejó al margen de su pacto nocturno en La Moncloa con Artur Mas. Dice además que "el Zapatero federalista ha dejado paso a un Zapatero felipista".

L D (Europa Press) El ex presidente de la Generalidad de Cataluña, Pascual Maragall, ha abierto la caja de los truenos al admitir públicamente que se sintió "personalmente traicionado" por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando pactó con el presidente de CiU, Artur Mas, un Estatuto que no era el que aprobó del "Parlament" y que supuso, en su opinión, "un paso atrás muy evidente".
 
En una entrevista que publicará el lunes la revista L'Avenç, Maragall asegura que tiene la impresión de que "el planteamiento inicial se ha perdido y que el objetivo ambicioso que nos habíamos planteado aquí y allá peligra", y admite que "sí" se sintió personalmente traicionado por Zapatero en el proceso.
 
"Zapatero felipista"
 
De nuevo en relación al presidente del Gobierno, Maragall sostiene que "dio un paso atrás respecto a su federalismo inicial" que había mostrado tras su elección como secretario general del PSOE y, tras sellar el pacto del Estatuto catalán con Mas, el ex presidente de la Generalidad considera que "el Zapatero federalista ha dejado paso a un Zapatero felipista".
 
Maragall cree que ello se debe a que el presidente del Gobierno "se fue encontrando cada vez más con la situación real", con "una España que no admite el federalismo que él había asumido, al menos aparentemente", por lo que las convicciones de Zapatero "acabaron deshaciéndose con el paso del tiempo" y convirténdose "en una especie de 'realpolitik'".
 
Montilla, el elegido
 
Pascual Maragall admite que Zapatero no quiso que volviera a presentarse a las elecciones catalanas una vez completada la tramitación del texto estatutario. "Durante la discusión del Estatut, Zapatero ya iba diciendo que no me presentase" y en una entrevista en La Moncloa "me dijo que prefería a Montilla como presidente", lamentó.
 
Del mismo modo, el ex presidente de la Generalidad reconoce que desde Madrid hubo "una presión muy fuerte" para que destituyera al entonces "conseller en cap" Josep Lluís Carod Rovira tras su entrevista con ETA y aventura que quizá el PSOE no hubiera llegado a gobernar si la reacción "no hubiera sido fulminante, superior a la que yo había inicialmente previsto".

Según Maragall, el PSOE presionó para que la reacción fuera "más contundente" y él accedió, una concesión de que que asegura que no se arrepiente. 

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