(Libertad Digital) El ex delegado diocesano de Medios de Comunicación de la Diócesis de Madrid, Manuel Bru, ha salido al paso de las conjeturas publicadas este domingo por el diario gubernamental El País sobre el supuesto apoyo del Papa y de la Iglesia Española a la negociación con ETA.
"Además de atribuir falsamente al Santo Padre Benedicto XVI un apoyo explícito al mal llamado proceso de paz", señala el analista, el diario oficioso de La Moncloa "pone en boca del secretario de la Conferencia Episcopal Española, el padre Juan Antonio Martínez Camino unas supuestas declaraciones suyas que son también absolutamente falsas".
El País identifica al portavoz de la Conferencia Episcopal como "Juan Antonio Fernández Camino" y no con su verdadero nombre, Juan Antonio Martínez Camino. Además, el diario gubernamental se inventa y atribuye al portavoz de los obispos opiniones que éste jamás ha expresado.
"El padre Martínez Camino", recuerda Manuel Bru, "siempre que se ha referido a estos temas ha repetido la doctrina oficial de la Conferencia Episcopal en su instrucción pastoral sobre el Terrorismo, que dice, en su número 40, que una banda terrorista no puede ser considerada como interlocutor político de un Estado legítimo".
Apoyos "como sea" al "proceso de paz"
El Gobierno ha decidido cazar a lazo apoyos a su negociación con ETA. En vísperas del debate en el Parlamento Europeo, una iniciativa del PSOE que divide a la Eurocámara, el diario gubernamental El País especula sobre el apoyo de El Vaticano al llamado "proceso de paz". Según el diario oficioso de La Moncloa, "el Vaticano apoyó el proceso de paz tras la mediación del obispo Uriarte". Las apoyaturas de esta conclusión son: una escueta referencia de Benedicto XVI a la tregua, durante una bendición en la Plaza de San Pedro el pasado 5 de abril de 2006, recién publicada la declaración de "alto el fuego" de la banda terrorista; y, por otra parte, la conocida proclividad de algunos obispos, en particular de Monseñor Juan María Uriarte al diálogo con ETA. Monseñor Uriarte sostuvo hace dos semanas que "las víctimas no deben determinar el proceso de paz".
El País dedica este domingo su principal historia a conjeturar con que el Papa respalda a Rodríguez Zapatero en su proceso de paz. Benedicto XVI estuvo en España el pasado mes de julio y no hizo ni una sola referencia a la negociación con ETA. En cambio, son abundantes y clarificadoras sus manifestaciones de condena sin paliativos del terrorismo global, y es un hecho que el intento del PNV, Batasuna-ETA y PSE de que uno de los colaboradores más estrechos de Su Santidad, Monseñor Roger Etchegaray, mediase entre el Gobierno y ETA, recibió un sonoro portazo de El Vaticano.
Para construir su teoría sobre el apoyo de El Vaticano al proceso de paz, el diario del Gobierno se basa en una escueta declaración de esperanza proclamada por Benedicto XVI durante una bendición en la Plaza de San Pedro el pasado 5 de abril, cuando ETA acababa de declarar la tregua y la sociedad española estaba unida en torno a la necesidad de explorar las opciones de una paz justa con los terroristas. Siete meses después, la división de la sociedad española se ha hecho patente en multitudinarias manifestaciones y encuestas contra el fraude de una tregua que no se respeta en las calles del País Vasco y contra las concesiones que el Gobierno está haciendo a ETA para que la banda terrorista no vuelva a matar.
La obra baza de la historia gubernamental sobre el supuesto apoyo de El Vaticano es la posición de Monseñor Juan María Uriarte, ciertamente proclive al diálogo con ETA –ninguna novedad–. Según El País, el obispo de San Sebastián "se ha convertido en un hombre clave en el proceso de paz". El pastor influyó en que el Papa dijera lo siguiente el pasado 5 de abril:
"Os invito a rezar para que todos intensifiquéis vuestros esfuerzos por consolidar los horizontes de paz que parecen abrirse en el País Vasco y en toda España, y a superar los obstáculos que puedan presentarse"
A juicio del diario amanuense del Gobierno, esta escueta declaración de hace seis meses es una expresión de apoyo inequívoco al proceso activado por Rodríguez Zapatero y ETA, y este apoyo obedece a la intercesión de Uriarte. "Uriarte era bien conocido" en El Vaticano "por su compromiso con el final de la violencia".
El "tándem" Blázquez-Uriarte
El otro factor que ha facilitado el apoyo de la Iglesia al proceso de paz es el relevo en el poder de la Conferencia Episcopal, hoy dirigida por un sector, según El País, moderado y dialogante que representa el "tándem" formado por Monseñor Ricardo Blázquez, presidente y Obispo de Bilbao, y Monseñor Uriarte.
Las posiciones de este "tándem", como lo llama el diario gubernamental, "son nítidas y responden a un sentir masivo en la sociedad vasca: condena de la violencia, apoyo a su final dialogado y acercamiento a las víctimas". ¿Cuál es la diferencia, entonces, con la posición de ese otro sector "conservador" y cerril que El País identifica con Monseñor Antonio María Rouco Varela, el anterior presidente de la Conferencia? El diario de La Moncloa no lo explica, porque, tal y como lo plantea, no hay nadie en la Iglesia Católica que no comparta esas premisas: "condena de la violencia", "apoyo a su final dialogado" –¿quién puede oponerse al concepto de diálogo?– y "acercamiento a las víctimas".
El quid de la cuestión, y lo que el mismo periódico no explica, es el contenido de lo que es lícito dialogar y no dialogar con una organización terrorista como ETA.
A este respecto, la posición de la Iglesia Católica es muy clara y quedó plasmada en un documento de noviembre de 2002, la instrucción pastoral titulada Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y consecuencias. Su idea matriz es que el terrorismo es un crimen contra los derechos humanos y nunca está justificado por causa histórica, política, religiosa o de ninguna otra clase.