"Si es creíble o no, se verá con el tiempo. Lo que está claro es que es insuficiente". Maite Pagazaurtundua es así de clara en una entrevista en El País donde su presencia viene a representar el punto de vista de las víctimas con respecto a la inserción de la nueva Batasuna, Sortu, en el entramado democrático del País Vasco. El diario dedica, eso sí, mucho más espacio a testificar la supuesta condena a la violencia y el alejamiento de ETA del partido, asegurando que "la esperanza avanza en Euskadi".
Hay que "condenar ese pasado y pedir a ETA su disolución", dice la hermana de Joseba Pagazaurtundua en la semana en que se cumplen ocho años de su asesinato a manos de ETA. Sólo así podríamos hablar del "principio de algo sólido" y el "umbral en el que hay que empezar a trabajar. Eso sí que sería algo histórico", dice Pagazaurtundua. El País le pregunta rápidamente sobre si eso sería motivo suficiente para legalizar, a lo que la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo se niega tajante a entrar. "No voy a entrar en eso. Yo no hablo desde el punto de vista judicial sino desde el histórico y sociopolítico".
Y es que los responsables de los estatutos de Sortu son "grandes jugadores de marketing político". "¿Cuántas veces han engañado a la opinión pública, a la sociedad y a los partidos con los que han hablado? Unas cuantas. ¿Nos tenemos que entregar ahora al entusiasmo desaforado? Parece prudente ser prudentes". Del Gobierno, dice, "espera una actitud responsable, prudente e inteligente".
"Ese enorme síndrome de Estocolmo que, como rehén del terror, ha sufrido una parte importante de la sociedad. Necesitamos edificar sobre bases sólidas el futuro. Es una operación muy delicada", prosigue Pagazaurtundua.
Y es que "el shock del terrorismo ha hecho que mucha gente haya sido condescendiente con los asesinos y sus razones. Ha sido mucho más fácil que los líderes sociales de la sociedad vasca entendieran las pequeñísimas causas e los presos de ETA que las grandes causas de las víctimas, que han sido ninguneadas y que aún no han sentido de verdad el calor de la sociedad". Es por ello que el fin del terrorismo debe "ayudar a superar ese enorme problema de insensibilidad".