Es una manía heredada de Robinson Crusoe el creer que todos somos buenos por naturaleza y que es la sociedad la que nos degenera. ¿Y si fuera al revés, que hay individuos malos que metidos en el cesto de la sociedad acaban por pudrirlo todo? Bueno. En cualquier caso, la juventud de los Salinas a la hora de la supuesta degeneración que les hizo pasar del socialismo al capitalismo es un dato sospechoso. Y casi definitivo es que Rafael Salinas, hermano del ex vicepresidente de la Junta, esté relacionado con un casino capitalista asquerosón. Es el colmo.
¿Y dónde aparecía Rafael Salinas Moya vinculado al Casino Aljarafe, por más señas? Judah Binstock, famoso y escandaloso magnate inglés de origen judío, interviene en la sociedad Gran Casino Aljarafe, que pretendió y logró adjudicarse el Casino de Tomares (Sevilla).¿Y quién era el hombre de confianza de Judah Eleazar Binstock desde que obtuvo la concesión del Casino de Sevilla que paralizó UGT? Según la revista Época, José Miguel Salinas.
¿Y quién es su socio? Manuel Domínguez, recordado por su vinculación a la trama Filesa y hoy propietario del Grupo 16, entre otras muchas cosas que iremos contando, y gran amigo que fue de Gaspar Zarrías. Por cierto que Isabel García Marcos ha confesado tener una excelente relación de amistad con el consejero de la Presidencia de la Junta. Sí, el señor Zarrías.
¿Y Rafael Salinas? Asesorando a Domínguez Moreno. Primero lo hizo desde las sociedades Trámite Derecho y Economía Legal, Club Zaudín y Aljarafe Golf. Pero ya no. Ahora sólo consta su presencia en la primera. Recuérdese que Rafael Salinas era el asesor y mano derecha de Isabel García Marcos en la Fundación Plan de Innovación de Marbella Este Salinas, con su padre y su hermano, fueron imputados por cobros de dineros ilegales de parte de Jesús Gil para conseguir ventajas urbanísticas, vamos a llamarlo así, en Marbella en 1995.
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Para que se hagan idea del trapicheo de Salinas y su amiguetes, Binstock opera en España mediante la sociedad Corporación Nueva Marbella SA (CNM), partícipe de Ocio y Valores, donde vuelve a aparecer el empresario flosocialista Manuel Domínguez. Uno de los negocietes fue instalar un casino en el Aljarafe sevillano. un casino prosocialista y bueno (los malos casinos son de derechas, como es proverbial). Hubo muchas denuncias, líos judiciales y finalmente, lo consiguieron, pero...el polvo del camino se quedó en las suelas de sus zapatos bajo la efigie de Gaspar Zarrías, actual secretario de Estado de la vicepresidencia tercera del señor Chaves.
Según el Partido Popular, uno de los puntos que tuvo en cuenta la Junta para la adjudicación a la sociedad Gran Casino Aljarafe fue «su compromiso de destinar 100 millones anuales durante los cinco primeros años de funcionamiento a una comisión —una especie de fundación—, pero sin cobertura legal». Se trataba de una fundación dedicada a la promoción del desarrollo rural en ¡¡¡Jaén!!!, cuando el pliego de condiciones del concurso valoraba el fomento del turismo en un radio de influencia de 30 kilómetros de la ubicación del casino, en este caso en la localidad sevillana de Tomares. Teniendo en cuenta que el consejero de presidencia, Gaspar Zarrías, es de Jaén y mandamás del socialimo jiennense puede aventurarse quién iba a controlar esos 500 millones de pesetas y con qué fines. Así hace las cosas el señor Chaves y la oligarquía socialista.
Si ya es notable que la empresa de un Casino tenga que destinar fondos a actividades rurales, más inquietante es el hecho de tales fondos fueron destinados a Jaén y no a la provincia de Sevilla.
El Partido Popular pidió en el Parlamento andaluz la reprobación de los consejeros de Presidencia, Gaspar Zarrias, y de Gobernación, Evangelina Naranjo, por su «responsabilidad» en la adjudicación del Casino del Aljarafe, concesión que fue anulada por el Tribunal Supremo porque tampoco respetó la legalidad.
La Junta de Andalucía en 2008 volvió a adjudicar la autorización administrativa para la instalación del casino de Sevilla a la empresa de la familia Binstock, pese a que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) primero y el Tribunal Supremo después le anuló la concesión por incumplir el pliego de condiciones que reguló el primer concurso. De esta forma, se cumplía el trato: 500 millones de pesetas a cambio de la concesión del Casino. El mecanismo estaba claro. La Junta barajaba declarar desierto el concurso convocado en julio de 1997 —rechazando las propuestas de Cirsa y London Club, finalistas en la primera convocatoria— y abrir un nuevo concurso, al que podría volver a presentarse la empresa de Binstock. La jugada anunciada se ha cumplido.
El nuevo concurso daba sólo un mes de plazo a las compañías para presentar el proyecto. La consecuencia fue que sólo la anterior empresa adjudicataria, la de Binstock, Gran Casino Aljarafe S.A., pudo presentarse y ganar el concurso.
Algunas preguntas al asesor Rafael Salinas, suponiendo, claro que intervino en los "trámites" de este enjuague
¿Puede un consejero de la Junta, sin conocimiento de su presidente, o incluso con él, pedir 500 millones de pesetas a una empresa pendiente de adjudicación de un Casino y, que encima, iban destinados a una fundación-comisión "sin cobertura legal", dinero que debería ser administrado por los patronos, socios o miembros de esa fundación-comisión que serían nombrados y/o controlados por el Partido Socialista?
¿Es esto lo que hacen todos los cargos públicos del PSOE? Por ejemplo, ¿es lo que hacen sus alcaldes y concejales, sus cargos en las empresas públicas, sus "colocados" en las Diputaciones y en las Cajas de Ahorros? ¿Es esto lo que se instruye desde el PSOE a sus militantes y afiliados? ¿Se predica que la "cosa pública" es una caja de la que el PSOE está legitimado para extraer dinero como sea porque él representa esencialmente al "pueblo? Lo decimos porque recordemos el caso Ollero, el caso Guerra, el cao Estepona,e caso Filesa...¿Es algo aislado o es el modo esencial de conseguir dinero?
¿Se ha cobrado todo o parte de ese dinero? ¿Dónde ha ido a parar y quién lo ha administrado desde el primer pago, si es que se ha producido?
Señor Salinas, cuente por favor. ¿Recomendó usted a su clientey socio que pagara y callara?