LD (Pedro de Tena) En unas generales y autonómicas, en las que la participación es mayor, es más que probable que el PSOE vuelva a ganar las elecciones por un amplio margen. Esta es la realidad.
Para tener otras referencias, digamos que el PP extremeño ha reducido las distancias con el PSOE hasta los 4 puntos y que en Castilla la Mancha, el tercer pilar del gran Sur que ha sostenido al PSOE desde 1982, el PP ha sacado nada menos que 11 puntos al PSOE. Andalucía se mueve, pero a un ritmo insuficiente.
También hay que reseñar una novedad importante: el partido de Rosa Díez sustituye como bisagra al Partido Andalucista, ya desaparecido del mapa parlamentario y se acerca tanto a IU que a veces la supera.
Naturalmente, el PSOE y Chaves se apuntarán el resultado como un gran triunfo, que lo es. No digamos Griñán, que hará extender la especie de que él es el hombre del futuro para el PSOE. No dirán que han perdido 100.000 votos y que el PP ha reducido de 18 a 8 puntos la distancia entre ambos partidos.
El PP dirá que han ganado casi 150.000 votos, que han reducido diferencias y que la tendencia del PSOE es perdedora. No dirá que de haber mayor participación y dados los resortes mediáticos del régimen, las elecciones de 2012 parecen una misión imposible de seguir las cosas como van.
El andalucismo se hunde por sus propios méritos y es sustituido por Rosa Díez y su partido, a pesar de la marginación sufrida desde los medios afines al PSOE y PP. UPyD ha multiplicado por tres sus votos en sólo un año y con una mínima participación. En 2008, en las elecciones andaluzas, el partido de Rosa Diez tuvo 27.261 votos. En estas elecciones, ha logrado 66.473, casi tres veces más. ¿Qué pasaría si lograse superara la barrera del 5 por ciento en las próximas elecciones? Pues que tendría representación parlamentaria en el Parlamento andaluz y podría ser bisagra en caso necesario. El problema es que a quien debe arañar sus votos es al PSOE, a IU y al andalucismo residual.
Izquierda Unida gana unos votos, pero continúa su paulatino camino hacia al averno político.
Los partidarios del cambio necesitan reflexionar. Se ha hecho un enorme esfuerzo, pero no ha sido suficiente. La respuesta a los porqués es clave para acertar.
El PP gana en Almería y Málaga. El PSOE gana en las demás, sobre todo en Sevilla, Jaén y Huelva
Los datos provinciales son inequívocos. .El PP ha ganado las elecciones en dos provincias, Almería y Málaga, en ésta última con apuros, pero el PSOE las ha ganado en todas las demás. Muy llamativa es la situación de Sevilla, sobre todo de la Sevilla rural, pero asimismo en Sevilla capital donde el PP ha perdido las elecciones. El PSOE gana en Sevilla, otra vez, y lo hace por casi el 53 por ciento de los votos en plena crisis, en plenas corruptelas tanto municipales urbanísticas como estructurales del PSOE.
Y tras Sevilla, el PP tiene que meditar qué va a hacer en Jaén y en Huelva, otros dos grandes feudos socialistas. La cosa está más que clara. Y por supuesto, enorme crecimiento de UPyD en Sevilla, en Cádiz, en Granada y en Málaga. Hay que examinar a qué partidos succiona sus votos. Al parecer, al PSOE, IU y PA, sobre todo.