L D (Agencias) Los policías que se desplazaron al polígono industrial La Laguna para recoger una bolsa de deporte que pertenecía a Saed El Harrak, uno de los acusados en el juicio del atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid, y en la que posteriormente apareció una carta en árabe escrita por Abdennabi Kounjaa, muerto en Leganés, afirmaron que en ella sólo apreciaron ropa sucia, cintas y un cd. Precisaron, no obstante, que "la miraron por encima".
El primer agente en declarar respondió a las preguntas de la acusación popular Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo y relató que recibió la orden de trasladarse a la Laguna y entrevistarse con el encargado de la obra. Afirmó que la información que recibieron él y su compañero se limitaba a que debían recoger una bolsa de deporte que pertenecía a una persona de raza árabe.
A la cuestión de si registraron la bolsa minuciosamente después de que el responsable de obra se la entregara, el testigo declaró: "Metimos la mano y no había más que cintas, ropa sucia y un cd". No registraron los bolsillos donde, según el sumario, apareció posteriormente un texto en árabe en el que Kounjaa, uno de los suicidas de Leganés, se despedía de sus familiares.
El otro testigo policial respondió en la misma línea que su compañero y dijo que, tras recoger la bolsa de manos del responsable de obra y mirar "exteriormente su contenido" sin revisar los bolsillos laterales, procedieron a entregarla en la Comisaria de Leganés. "No recuerdo si estaba abierta o la abrimos, supongo que estaría abierta, y miramos el contenido por encima", sostuvo.
A la pregunta de la defensa de Saed el Harrak sobre si conocían el tiempo que la mochila permaneció en la Comisaría de Leganés o si pasó a manos de la Policía Científica, ambos negaron conocer tales datos. El segundo en declarar puntualizó en este sentido que corresponde a la Comisaría "remitirla donde corresponda". Tampoco especificaron la hora en que depositaron la bolsa en Comisaria, "sólo que fue por la mañana".
Como ya hizo Libertad Digital cuando declaró en el juicio el procesado Saed el Harrak, el amigo de Kounjaa que negó que éste le hubiera entregado algún testamento, reproducimos a continuación los documentos publicados por Luis del Pino que demuestran que el supuesto testamento está escrito en árabe pero la firma figura con carácter latino.
Luis del Pino explica que, para empezar, resulta peculiar el modo en que aparece esa carta. El día 10 de mayo de 2004 (un mes después de los sucesos de Leganés), la Policía detenía a una persona llamada Saed El Harrak y se incautaba de las pertenencias que dicha persona tenía depositadas en la empresa de encofrados en la que trabajaba. Y, casualmente, en el bolsillo lateral de una bolsa de viaje de esa persona aparece esta carta con (según nos dicen) las huellas dactilares y la firma de Abdenabi Kounjaa.
Sin embargo, hay algo raro en esa firma. Disponemos de otro documento firmado por Abdenabi Kounjaa (su permiso de residencia), que el lector puede ver en la Figura 2.
Comparemos ambas firmas. Las figuras 3 y 4 muestran las correspondientes ampliaciones.
Figura 3: Firma de la ficha
Figura 4: Firma de la carta
Según la Policía, ambas firmas (en las que se distingue el principio del apellido Kounjaa) corresponden a la misma mano. Que cada uno juzgue por sí mismo, pero mi impresión personal es que ambas firmas se parecen como un huevo a una castaña.
De todos modos, lo verdaderamente extraño no es que las dos firmas no sean completamente iguales. Lo verdaderamente extraño es justo que las firmas no sean completamente diferentes.
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"Nos pidieron que saliéramos del taller"
Por otra parte, el testigo Jesús Rodríguez Lanza, que trabajó en los talleres de la empresa de coches de alquiler Hertz de donde procedía el coche Fabia donde supuestamente se trasladaron los explosivos desde la finca de Morata de Tajuña hasta la estación de Alcalá de Henares, afirmó que nada más llegar los agentes "nos pidieron que saliéramos del taller". "No vimos nada porque no tocamos nada", declaró a la acusación.