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Los forenses del caso Leganés impidieron durante días el acceso de la Policía Científica a los cadáveres

La segunda parte de la entrevista que Luis del Pino ha realizado a la que fuera directora del Instituto Anatómico Forense durante el 11-M ha estado centrada en los sucesos de Leganés. Carmen Baladía ha relatado un enfrentamiento que se produjo entre los médicos forenses y la Policía Científica que retrasó hasta el 5 de abril los estudios genéticos de los cuerpos. Tal y como ha confirmado Baladía, sólo se hicieron "estudios complementarios", y no autopsias a pesar de que "no había ninguna prisa".

(Libertad Digital) La segunda parte de la entrevista realizada por Luis del Pino a la que fuera directora del Instituto Anatómico Forense se ha centrado en el episodio de Leganés. La explosión del piso de la calle Carmen Martín Gaite, donde según la sentencia se suicidaron algunos de los terroristas, se produjo el 3 de abril de 2004. Ese día Carmen Baladía no se encontraba en el Anatómico Forense. Después de las estresantes y duras jornadas de trabajo a las que se vio sometida tras los atentados del 11-M, Baladía se fue unos días de vacaciones "porque verdaderamente necesitaba descansar, alejarme de Madrid".
 
Sin embargo, en ausencia de Carmen Baladía se produjeron dos sucesos nada habituales en el Instituto del que era directora. El primero de ellos tuvo que ver con un enfrentamiento que se produjo entre forenses y Policía Científica. El segundo, con la no realización de autopsias a los cadáveres de los muertos de Leganés. Tampoco se hicieron pruebas para determinar la presencia o no de humo en los muertos.
 
Tal y como ha explicado nítidamente Carmen Baladía, el Instituto Anatómico Forense "sólo tiene un director y tres jefes de sección. No tiene subdirectores ni ningún otro cargo". Es por ello que, en su ausencia, el director de la Clínica Anatómico Forense, el doctor Pera, se situó al frente de la dirección.
 
"¡Carmen, qué amargura!"
 
Cuando se produjeron los hechos de Leganés, el doctor Pera "se encaminó hacia el Instituto Anatómico Forense de Madrid para ejercer las funciones propias del cargo que en ese momento tenía, pero se encontró con un compañero [el doctor Prieto] que quería asumir las competencias que desde luego no tenía". A pesar de ello, este médico forense junto a su equipo se hizo cargo del caso. "Al mediodía del 4 o 5 de abril recibí una llamada del doctor Pera, y me dijo textualmente: ¡Carmen, qué amargura!".
 
El doctor Pera expresaba así su desolación a Baladía por los "enfrentamientos" que se habían producido entre los forenses y la Policía Científica. "No se había permitido a la Policía Científica que tomara las muestras biológicas necesarias para proceder a la investigación genética, a los estudios de ADN". No fue "hasta las 18.00 horas del día 5 de abril cuando la Policía Científica puede tomar las muestras necesarias para hacer los estudios que convenían al caso".
 
A su regreso a Madrid, Carmen Baladía recibió explicaciones "por escrito" del comisario general de Policía Científica contándole "las repetidas negativas de este médico forense [doctor Prieto] para permitir que la Policía Científica realizara su trabajo", a pesar de que él no tenía las competencias necesarias puesto que no debía estar al frente del Anatómico Forense.
 
El PSOE citó a declarar a la "figura del subdirector" que "jamás ha existido"
 
Sorprendentemente, el doctor Prieto fue citado a declarar en la Comisión de Investigación del 11-M como subdirector del Instituto Anatómico Forense a propuesta del PSOE, a pesar de que no existe ese cargo como tal. "Jamás ha existido ni existe la figura del subdirector". Ni si quiera " este señor ha ostentado nunca la jefatura de sección".
 
"No se hicieron autopsias" a pesar de que "no había ninguna prisa"
 
En el sumario de los atentados de Madrid hay constancia de cómo el juez Del Olmo, solicita dos años después de los hechos que se redacten los informes de autopsia relativos a los cadáveres de Leganés.
 
"Siempre que hay algún tipo de muerte donde interviene la Audiencia Nacional, las autopsias las realiza el médico forense que ese día está de guardia en la Audiencia Nacional y el médico forense que está de guardia en la localidad donde suceden los hechos, porque la ley nos exige que sean practicadas por dos médicos forenses", explica Baladía, quien añade que "lo natural hubiese sido que el médico forense titular ese día de guardia en Leganés y el médico de guardia titular aquel día en la Audiencia hubieran practicado las autopsias, y luego, según lo que ellos vieran, hubiesen intervenido los médicos forenses de estudios complementarios: antropólogos, toxicólogos, radiólogos..."
 
Quizá el enfrentamiento con la Policía Científica fue el causante de que no se hicieran esas autopsias. Pero "lo cierto y verdad es que en sentido estricto no se hicieron autopsias, se hicieron estudios complementarios". A pesar de que en este caso "no había ninguna prisa, se podían estudiar los cadáveres haciendo una autopsia reglada, abriendo las cavidades; si algunas ya estaban abiertas por los daños de la explosión, estudiando los órganos para ver cómo estaban esos pulmones, a ver cómo estaban esas mucosas, si habían respirado humo, si con esa energía térmica que se desprende en una explosión había quemaduras, etc, etc. No se hicieron esas autopsias".
 
"No se tomaron muestras" para determinar la presencia de humo
 
Tampoco se hicieron pruebas para determinar la presencia en los cadáveres de humo o de gases lacrimógenos que los GEO lanzaron al interior del piso antes de que éste explotara por los aires. "No, se tomaron muestras para drogas, para alcohol, para psicofármacos, pero curiosamente no se tomaron muestras pues para, por ejemplo, hemoglobinas anormales". Y es que "si respiramos en un sitio donde está contaminado por gases, si inhalamos gases eso va a nuestra sangre, y seguramente que terminaremos muriendo por asfixia. Estos estudios analíticos nos pueden decir si hemos estado respirando un ambiente impuro, intoxicando. Y eso no se hizo".
 
La petición de Del Olmo, inútil
 
Del Olmo solicitó estos informes de autopsia dos años después, pero ya era imposible llevarlos a cabo. "Llega un momento, pasadas unas horas, que en los cadáveres empiezan los fenómenos de putrefacción, que van a destruir el cadáver. Y a partir de dos años empieza la esqueletización cadavérica, desapareciendo todas las partes blandas del cadáver, aguantando las más fuertes. De tal manera, que entre el tercer y el quinto año ya está esqueletizado. Dos años después es imposible saber cómo estaban los pulmones, cómo estaba la mucosa faríngea, la tráquea...Es imposible saberlo, no tenía ningún sentido haber exhumado esos cadáveres y haberlos estudiado".

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