L D (EFE) La sentencia considera a López Riaño autora material y a "Santi Potros" inductor y cooperador necesario, al ser quien dio las instrucciones precisas al grupo "Madrid", del que en esas fechas formaba parte la "Tigresa", para perpetrar el atentado.
Según el relato de hechos probados, en 1986 López Riaño y sus compañeros terroristas en el grupo "Madrid", los ya condenados por estos hechos, Antonio Troitiño, José Ignacio de Juana Chaos y Esteban Esteban Nieto, decidieron, siguiendo instrucciones de "Santi Potros", asesinar al presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Antonio Hernández Gil y "a todas las personas que le acompañaran en el vehículo oficial que le conducía habitualmente desde la sede del Consejo, entonces situada en el Paseo de la Habana de Madrid, a su domicilio".
A las órdenes de Santi Potros
Para ello, comprobaron los datos que "Santi Potros" les remitió desde Francia sobre las costumbres del presidente del TS y acordaron cometer el atentado disparando tres granadas anticarro contra el vehículo oficial, a su paso por la esquina del Paseo de la Habana con la plaza de los Sagrados Corazones. Días antes del 8 de mayo de 1986, los etarras colocaron los lanzagranadas en el lateral izquierdo de un Renault 11, que había sido sustraído en 1985 en Zarauz (Guipúzcoa).
Los terroristas se quedaron esperando que pasara el coche que conducía José Fernández Sánchez y en el que el presidente del Supremo iba acompañado por el policía Miguel Ángel Campos. Cuando llegó el vehículo, López Riaño accionó el mando a distancia que activaba el mecanismo de los lanzagranadas. Los proyectiles impactaron en la rueda de repuesto del vehículo, situada en la maletero, aunque no llegaron a estallar por estar provistos de un seguro de distancia, con lo que los tres ocupantes del coche resultaron ilesos.
Suman más de 2.000 años de condena
La Sala condena también a la "Tigresa" y a "Santi Potros" a que indemnicen con 863 euros a la Administración del Estado por los daños en el vehículo oficial, con 673 a la propietaria de otro coche que resultó dañado en el atentado y con 3.362 al dueño del vehículo utilizado para llevarla a cabo.
Arrospide y López Riaño, extraditados desde Francia en 2000 y 2001, respectivamente, cumplen ya condenas que suman más de 2.000 años de cárcel. La más grave fue por el atentado en la plaza de la Republicana Dominicana de Madrid, en el que fallecieron 12 guardias civiles. Entonces fueron condenados a 1.500 años de cárcel cada uno.