L D (EFE) "Pakito" y "Fiti", para quienes el fiscal pide 2.239 años de cárcel por ordenar y haber dado las instrucciones para la colocación del coche-bomba con el que se llevó a cabo el atentado, respectivamente, se negaron también a hacer uso de su derecho a la última palabra y al amenazar con provocar su expulsión, el presidente del tribunal optó por ordenar su salida de la sala.
Ante esta actitud, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño y la abogada de la Asociación Víctimas del Terrorismo, que ejerce la acusación popular y que solicita una pena de 2.170 años de cárcel para cada uno de los procesados, leyeron sus preguntas para que constaran en acta. La vista continuó con la declaración del primer testigo, José María Etxebarria, quien relató cómo el 23 de agosto de 1987 le fue sustraído su vehículo, un Renault 18, junto a una pastelería de la localidad guipuzcoana de Tolosa. Etxebarría explicó que dejó su coche aparcado con las llaves puestas junto al citado establecimiento y que al percatarse del robo lo denunció inmediatamente.
Fue este vehículo, el que, según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, utilizó el denominado "comando francés", compuesto por Henri Parot, Jean Parot, Jacques Esnal y Frederick Haramboure, para llevar a cabo este atentado, calificado por el ministerio público como "la mayor matanza" llevada a cabo por ETA "después del atentado contra los almacenes "Hipercor" de Barcelona, con 21 muertos, y del atentado contra un autobús de la Guardia Civil en Madrid, con 12 muertos".
Etxebarria explicó que nunca recuperó su coche y que posteriormente supo que fue el utilizado en el atentado de Zaragoza, cometido a primeras horas del 11 de diciembre de 1987. A continuación testificó el etarra Henri Parot, condenado en 1994 por estos hechos a 1.802 años de cárcel, quien afirmó que "nadie" le dio la orden para llevar a cabo este atentado porque siempre ha negado haber tomado parte en el mismo.
Preguntado por el fiscal por el hecho de que sus declaraciones no se correspondan con las hechas en su día en dependencias policiales y judiciales, Parot aseguró que las mismas fueron el resultado de "cinco días y cinco noches" de torturas. Dada la actitud del ya condenado, el ministerio público solicitó la lectura de ambas declaraciones en las que Parot afirmaba que el comando se reunió con "Pakito", quien les ordenó llevar a cabo el atentado, al tiempo que "Fiti", persona experta en explosivos, les explicó cómo debían poner la carga.
"No es cierto", respondió Parot tras la lectura de sus declaraciones, limitándose a reiterar que en dependencias judiciales se encontraba en un estado tan "lamentable" que "ni siquiera podía hablar". A continuación le tocó el turno a la letrada de la AVT, quien le preguntó si conocía al resto de los miembros del "comando francés", momento en el que Parot, tras responder con un sí, negó que los mismos formaran parte del citado comando.
El testigo explicó también que sólo conocía de vista a "Pakito" y a "Fiti", con los que nunca habló personalmente, y volvió a reiterar que nunca recibió orden alguna del primero de los procesados.
Ante esta actitud, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño y la abogada de la Asociación Víctimas del Terrorismo, que ejerce la acusación popular y que solicita una pena de 2.170 años de cárcel para cada uno de los procesados, leyeron sus preguntas para que constaran en acta. La vista continuó con la declaración del primer testigo, José María Etxebarria, quien relató cómo el 23 de agosto de 1987 le fue sustraído su vehículo, un Renault 18, junto a una pastelería de la localidad guipuzcoana de Tolosa. Etxebarría explicó que dejó su coche aparcado con las llaves puestas junto al citado establecimiento y que al percatarse del robo lo denunció inmediatamente.
Fue este vehículo, el que, según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, utilizó el denominado "comando francés", compuesto por Henri Parot, Jean Parot, Jacques Esnal y Frederick Haramboure, para llevar a cabo este atentado, calificado por el ministerio público como "la mayor matanza" llevada a cabo por ETA "después del atentado contra los almacenes "Hipercor" de Barcelona, con 21 muertos, y del atentado contra un autobús de la Guardia Civil en Madrid, con 12 muertos".
Etxebarria explicó que nunca recuperó su coche y que posteriormente supo que fue el utilizado en el atentado de Zaragoza, cometido a primeras horas del 11 de diciembre de 1987. A continuación testificó el etarra Henri Parot, condenado en 1994 por estos hechos a 1.802 años de cárcel, quien afirmó que "nadie" le dio la orden para llevar a cabo este atentado porque siempre ha negado haber tomado parte en el mismo.
Preguntado por el fiscal por el hecho de que sus declaraciones no se correspondan con las hechas en su día en dependencias policiales y judiciales, Parot aseguró que las mismas fueron el resultado de "cinco días y cinco noches" de torturas. Dada la actitud del ya condenado, el ministerio público solicitó la lectura de ambas declaraciones en las que Parot afirmaba que el comando se reunió con "Pakito", quien les ordenó llevar a cabo el atentado, al tiempo que "Fiti", persona experta en explosivos, les explicó cómo debían poner la carga.
"No es cierto", respondió Parot tras la lectura de sus declaraciones, limitándose a reiterar que en dependencias judiciales se encontraba en un estado tan "lamentable" que "ni siquiera podía hablar". A continuación le tocó el turno a la letrada de la AVT, quien le preguntó si conocía al resto de los miembros del "comando francés", momento en el que Parot, tras responder con un sí, negó que los mismos formaran parte del citado comando.
El testigo explicó también que sólo conocía de vista a "Pakito" y a "Fiti", con los que nunca habló personalmente, y volvió a reiterar que nunca recibió orden alguna del primero de los procesados.