Los etarras podrían haber registrado el coche de los agentes antes de disparar contra ellos
Las declaraciones de los testigos empiezan a esclarecer, poco a poco, el difícil rompecabezas en el que se ha convertido la investigación del último atentado de ETA. La agencia Vasco Press informa de que los etarras pudieron registrar el interior del vehículo de los dos agentes antes de dispararles, según se desprende del testimonio de algunos testigos. En lo que se refiere a la búsqueda de los etarras, éstos habrían robado un nuevo vehículo este mediodía en la aldea francesa de Gabillou, después de un primer intento fallido en el que se les resistió el dueño del vehículo y provocó un accidente.
L D (Agencias) Las investigaciones de las Fuerzas de Seguridad galas y el testimonio de los testigos que presenciaron los hechos está permitiendo a los investigadores galos empezar a reconstruir cómo pudo ser el atentado terrorista del pasado sábado en la localidad de Capbretón.
Según informa esta tarde la agencia Vasco Press por fuentes de la investigación, los dos guardias civiles tiroteados acudieron entraron en la cafetería Les Ecureuilles, situada a unos 200 metros de un supermercado Leclerc, y se sentaron en una mesa contigua a la que ocupaban los tres etarras que habían llegado antes. Según parece, los agentes realizaron su consumición y en ningún momento intercambiaron palabra con los terroristas a los que, al parecer, no reconocieron. Sin embargo, tres terroristas debieron escuchar algo de la conversación de los agentes que les hizo sospechar de que se trataba de miembros de las fuerzas de seguridad españoles.
Los agentes habrían salido de la cafetería hasta su coche, un Peugeot 405 perteneciente a la flota del ministerio del Interior galo, y una vez en el interior del mismo habrían sido abordados por los tres terroristas de ETA, que encañonaron a los dos agentes, aunque este último extremo no está confirmado.
Vasco Press informa de que uno de los testigos vio a dos hombres y una mujer gritando y introduciéndose en la parte trasera de un vehículo, por lo que los investigadores creen que los etarras habrían registrado el vehículo para cerciorarse de que los agentes pertenecían a las fuerzas de seguridad españolas. El testigo siguió caminando y no presenció los disparos.
La explicación que se da a esta escena en medios de la lucha antiterrorista es que los etarras sospecharon en la cafetería que los dos hombres eran agentes policiales, los siguieron y los abordaron a mano armada para confirmar sus sospechas, llegando incluso a entrar en el coche para registrar las pertenencias de los guardias o para cachearlos. Y después de eso les dispararon a bocajarro, tanto que los casquillos de las balas disparadas se encontraron en el interior del automóvil.
Al menos cuatro disparos
Los guardias civiles recibieron al menos cuatro impactos de bala, según informaron a Europa Press fuentes judiciales galas, que agregaron no obstante que conviene ser "prudentes".
La investigación se centra en este momento en "dos o tres elementos" hallados en el coche que los etarras abandonaron y que podrían conducir a su identificación, que por ahora todavía no se ha producido, según las mismas fuentes. Esos "elementos" podrían ser un gorro y alguna prenda de ropa.
Sigue la huida de los terroristas
Por otro lado, sigue la búsqueda de los tres terroristas de ETA que cometieron el atentado. Al menos dos de los tres etarras de Capbreton intentaron robar otro coche alrededor de las 13:00 horas de hoy la pequeña aldea de Gabillou, cerca de Burdeos, pero la resistencia del dueño provocó un pequeño accidente y la consiguiente huida de los etarras, según informaron a Europa Press fuentes de la investigación. Del lugar, los etarras han huido en un vehículo robado en las últimas horas que no es el Peugeot 307 sustraido el sábado en Haute-Maucon.
El dueño del vehículo que intentaron robar hoy se había dejado las llaves puestas, lo que aprovechó uno de los etarras, varón, para introducirse en el coche e intentar huir con él. Sin embargo, el propietario del vehículo vio cómo el terrorista se metía en su coche y llegó a tiempo para ocupar el asiento del copiloto y forcejear con él. Según el relato ofrecido por fuentes de la investigación, ese forcejeo acabó en un pequeño accidente y el etarra llegó a encañonar al dueño del vehículo con una pistola para intimidarle y huir.
El etarra abandonó a la carrera el vehículo, sin que sufriera heridas aparentes y fue recogido por una mujer que conducía otro coche. En contra de lo que se creyó en un primer momento, este segundo vehículo no es el Peugeot 307 robado por los terroristas en Haute-Maucon sino otro turismo, que han sustraído posteriormente, y que podría tratarse de un Renault de no grandes dimensiones.
Los etarras iniciaron su huida el pasado sábado a bordo de un Volkswagen Golf de color gris, que abandonaron en la localidad de Haute-Maucon. En este pueblo, robaron a punta de pistola un Peugeot 307 Break, llevándose con ellos a la mujer y al niño que circulaban con el coche, a los que dejaron posteriormente en libertad.
Retratos-Robot
Además, Policía y Gendarmería francesas ya cuentan con retratos-robot de los presuntos terroristas elaborados a partir del testimonio de los testigos de la cafetería de Capbreton, los que se encontraban en el aparcamiento y la mujer secuestrada en la segunda fase de la huida de los terroristas.
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