L D (EFE) La sesión será pública aunque según la ley que regula el CNI debería celebrarse a puerta cerrada, ya que el control parlamentario de las actividades del Centro está formulado en términos muy garantistas y de secreto, y habitualmente se hace a través de la comisión de Gastos Reservados.
No obstante, el Congreso ha decidido que el formato de estas comparecencias sea igual al resto, con lo que Dezcallar hablará en presencia de los medios de comunicación a partir de las 16:00 y Sáiz lo hará desde las 19:00 horas. Se da la circunstancia de que la comparecencia de Dezcallar, al mando del CNI cuando se produjeron los atentados, está entre las tres únicas peticiones unánimes de los grupos, junto a las del ex ministro del Interior, Angel Acebes, y su sucesor, José Antonio Alonso.
Los comisionados se interesarán previsiblemente por los informes del CNI en relación con los atentados, cuyo examen, en sesión secreta, ha resultado polémico, dado que el PP pidió su desclasificación total e IU-ICV llamó la atención sobre la ausencia de notas fechadas entre el 12 y el 14 de marzo. Sin embargo, el ministro de Defensa, José Bono, de cuyo departamento depende el CNI, ya ha advertido tanto a Dezcállar como a Sáiz de que no podrán informar a la comisión de cuestiones que afecten a la seguridad de las investigaciones, lo que podría incluir la citada documentación.
A raíz del análisis de estos papeles de los servicios de inteligencia, varios grupos pidieron también para esta semana el testimonio del subdirector del Instituto Anatómico Forense, José Luis Prieto, que abrirá la sesión del martes a las 9:00 horas para informar de las referencias del CNI a un posible atentado suicida. Después testificarán diversos mandos de la Guardia Civil, el primero de ellos el jefe de la Unidad Central Operativa (UCO), Félix Hernando, al que le seguirán el subdirector general de Operaciones, es decir, "número dos" del cuerpo, José Manuel García Varela, y su antecesor, Vicente Faustino Pellicer. Estos dos últimos interrogatorios, solicitados para conocer datos sobre los confidentes policiales y el control de explosivos, estaban programados la pasada semana, pero fueron aplazados por falta de tiempo.
No obstante, el Congreso ha decidido que el formato de estas comparecencias sea igual al resto, con lo que Dezcallar hablará en presencia de los medios de comunicación a partir de las 16:00 y Sáiz lo hará desde las 19:00 horas. Se da la circunstancia de que la comparecencia de Dezcallar, al mando del CNI cuando se produjeron los atentados, está entre las tres únicas peticiones unánimes de los grupos, junto a las del ex ministro del Interior, Angel Acebes, y su sucesor, José Antonio Alonso.
Los comisionados se interesarán previsiblemente por los informes del CNI en relación con los atentados, cuyo examen, en sesión secreta, ha resultado polémico, dado que el PP pidió su desclasificación total e IU-ICV llamó la atención sobre la ausencia de notas fechadas entre el 12 y el 14 de marzo. Sin embargo, el ministro de Defensa, José Bono, de cuyo departamento depende el CNI, ya ha advertido tanto a Dezcállar como a Sáiz de que no podrán informar a la comisión de cuestiones que afecten a la seguridad de las investigaciones, lo que podría incluir la citada documentación.
A raíz del análisis de estos papeles de los servicios de inteligencia, varios grupos pidieron también para esta semana el testimonio del subdirector del Instituto Anatómico Forense, José Luis Prieto, que abrirá la sesión del martes a las 9:00 horas para informar de las referencias del CNI a un posible atentado suicida. Después testificarán diversos mandos de la Guardia Civil, el primero de ellos el jefe de la Unidad Central Operativa (UCO), Félix Hernando, al que le seguirán el subdirector general de Operaciones, es decir, "número dos" del cuerpo, José Manuel García Varela, y su antecesor, Vicente Faustino Pellicer. Estos dos últimos interrogatorios, solicitados para conocer datos sobre los confidentes policiales y el control de explosivos, estaban programados la pasada semana, pero fueron aplazados por falta de tiempo.